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España España · Barcelona
Voto de Eduardo:
4
Western. Aventuras Un grupo de hombres blancos en compañía de algunos indios comanches, ingresa en la granja de los Baxter con el plan de asesinar a toda la familia. Los padres mueren, pero su hijo menor se esconde y consigue escapar. El plan es hacerle creer al ejército estadounidense que, los apaches, están violando la tregua pactada tras la que se espera firmar un acuerdo de paz. Alguien está interesado en las tierras de los apaches y quiere mantener ... [+]
27 de julio de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los años 60, la República Federal Alemana encontró un filón de oro en varias franquicias que dieron sus buenos dividendos dentro y fuera de sus fronteras. La principal, y más numerosa, es la de Edgar Wallace, mediocrísimo autor de misterio británico que, de manera incomprensible, gozó de una amplia popularidad en esa época y antes. Una segunda fue la de Jerry Cotton, un agente del FBI que apareció en ocho títulos encarnado por un actor de tercera fila estadounidense llamado George Nader, ex compañero de Clint Eastwood en los principios de su carrera. Y la tercera, de la que nos ocupamos ahora, fue la de Winnetou y Old Shatterhand, personajes creados por el novelista alemán Karl May, el jefe de los apaches mescaleros y el explorador y aventurero germano. La última batalla de los apaches, rodada en el hoy revalorizado sistema de 70mm., cuenta la consabida historia de los soldados malos que quieren boicotear el tratado de paz con los apaches con la complicidad de malvados contrabandistas de whisky. Está rodada en impresionantes parajes naturales de Croacia y Montenegro que dan el pego, con un buen uso del color y ágiles movimientos de cámara a cargo de Siegfried Hold. Riz Ortolani aporta una suntuosa banda sonora deudora de Horizontes de grandeza (Jerome Moross), y dirige el apátrida Hugo Fregonese, de origen argentino, que saltó de su país natal a Hollywood tras el éxito de Pampa bárbara, recaló en Italia en 1957, rodó dos películas en Gran Bretaña, una de ellas la apreciable Harry Black y el tigre, dos en la República Federal, dos en España, incluido el remake de Pampa bárbara, y para completar el periplo volvió a su Argentina natal, donde firmó dos obras más y desapareció. Con el material que tiene entre manos, es decir, el manido argumento y el endeble guión, Fregonese hace lo que puede, boicoteado constantemente por las penosísimas interpretaciones. Da grima ver a Lex Barker intentar componer una expresión; se nota que hasta él sufre, consciente de su estulticia. Pierre Brice, que hace el indio, o mejor dicho, de indio, el jefe Winnetou, no mueve ni una ceja. Al otrora prometedor galán Guy Madison se le ve tan agarrotado y falto de recursos como al pobre Barker. Los secundarios se muestran torvos, perezosos y encorsetados, todo a la vez. En cuanto a la hermosa Daliah Lavi, aún no había empezado la dieta aquella temporada, pero si vais con ojo le veréis, de lejos, el vello púbico en la escena de las cascadas, dicho sea sin segundas intenciones.
En suma, sólo para amantes de las pelis de indios y soldados poco exigentes.
Eduardo
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