Otro magnífico documental, que recrea la apasionante figura de uno de los realizadores más impactantes de la historia del cine, el hombre que revolucionó el tratamiento de la violencia desde la brutal irrupción de Grupo salvaje. Un hombre que, a juzgar por lo que plasman los comentarios de la gente que participa en la cinta, más valía tratar con pies de plomo para no acabar con una indigestión de ídem. Propenso al uso de las armas a las primeras de cambio, alcohólico incorregible, déspota y tierno al mismo tiempo con las mujeres, cocainómano cuando le abandonó el éxito, se vio rodeado en todo momento de gente tan chiflada como él, desde Warren Oates al cámara Alex Phillips Jr., y se fue hundiendo poco a poco en una espiral de autodestrucción que le condujo a una muerte prematura. Vale la pena ver los comentarios del siempre jovial Ernest Borgnine, otra fuerza de la naturaleza, las sabias reflexiones de un James Coburn que supo abandonar el alcoholismo, o la hierática elegancia de Senta Berger, a quien dirigió en Mayor Dundee y La cruz de hierro (e incluso en algunas secuencias de Gloriosos camaradas, de la que fue despedido). Un documental que arroja luz sobre algunos hechos poco conocidos de la vida del gran director.