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Voto de SrDmitrov:
8
5,6
277
Drama
En la América de 1950, un joven introvertido, tras perder a su madre, decide trabajar con un doctor especializado en terapias y lobotomías. Mientras avanza por el asilo, el joven empieza a sentirse identificado con los pacientes. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una película surrealista. No soy ducho en este tipo de cine, pero disfruto los filmes con los 5 sentidos. Tampoco he visto más cintas de Rick Alverson. He leído que va sobre como superar el duelo y el complejo de Edipo. He leído que va sobre la salud mental, haciendo una crítica. He leído también que es una historia de amor. No sé qué pensar de todo esto.
De lo que sí tengo certeza es de lo que he sentido... tristeza, rabia, melancolía e ilusión.
Jeff, espectacular, Tye descorazonador y Denis, omnipotente.
De lo que sí tengo certeza es de lo que he sentido... tristeza, rabia, melancolía e ilusión.
Jeff, espectacular, Tye descorazonador y Denis, omnipotente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No creo que haya "poseído" a Susan en un sentido Freudiano.Andy se siente atraido por Susan y Susan por Andy. El "hello" en realidad no ocurre, está en su cabeza (recordemos que él cree que sus sueños son reales).
Andy, absolutamente indiferente a lo que ocurre a su alrededor, está buscando a su madre. Ella es como un ángel para el. Sueña a diario con ese ángel, con encontrarlo. De alguna manera intuye que esa imagen-de-una-montaña que tiene su padre es donde está ella, así que, una vez libre de la carga familiar, decide emprender el viaje hacia allí. Lo que le confirma que va por buen camino es esa ouija tan rara. Es la escena más real y cruda de toda la película. Andy pierde su compostura y su inexpresividad y apatía dan paso a la emoción más pura y poderosa de todas: el amor hacia una madre.
Andy, absolutamente indiferente a lo que ocurre a su alrededor, está buscando a su madre. Ella es como un ángel para el. Sueña a diario con ese ángel, con encontrarlo. De alguna manera intuye que esa imagen-de-una-montaña que tiene su padre es donde está ella, así que, una vez libre de la carga familiar, decide emprender el viaje hacia allí. Lo que le confirma que va por buen camino es esa ouija tan rara. Es la escena más real y cruda de toda la película. Andy pierde su compostura y su inexpresividad y apatía dan paso a la emoción más pura y poderosa de todas: el amor hacia una madre.