¿Quién no ha dicho nunca "si pudiera viajar al pasado cambiaría..."? Pues tras tantas películas sobre viajes en el tiempo tan rigurosamente científicas, Project Almanac nos trae el sueño de todo adolescente (y casi de toda persona) que se encontrase una máquina del tiempo y tuviese el poder de usarla "libremente"...
spoiler:
Pese a que hay que reconocer que la película destruye cualquier lógica imaginable sobre viajes temporales y nos presenta a chavales pre-universitarios capaces de construir una máquina del tiempo con los materiales que encuentras en un garaje, la idea de darle semejante poder a eso, a chavales, nos presenta una faceta mucho más realista sobre lo que supondrían los viajes temporales. Y es que, ¿quién no viajaría al pasado para conseguir popularidad en el colegio, para ganar la lotería, para aprobar exámenes y -mucho más importante- llevarse a la chica que te gustaba desde que la conocías? Me imagino a mí con ese poder... Y después de dejarnos con el gusanillo de viajar al pasado, la película nos plantea un nuevo problema: ¿puedo viajar al pasado y cambiar las cosas continuamente para que se ajusten a lo que quiero en el presente? Sí, pero, ¿y si pasa algo inesperado en el presente? ¿Puedo volver al pasado a cambiar lo que ya cambié entonces... y esperar que no haya consecuencias? Las respuestas están en Project Almanac.