Canadiense de origen y telefilm de condición, a pesar de todo, la propuesta resulta relativamente interesante. Me ha gustado mucho, que en determinados compases Vic Sarin no fuese directo al grano, sino que la protagonista tardase en desvelar que lo que verdaderamente se ocultaba detrás de su imagen es una mente enfermiza. Por ello, sorprende que se sugiera en primera instancia sobre la personalidad de la joven protagonista de la película y no de golpe y plumazo nos encontrásemos ante otro fastidio de telefilm de mente obsesiva que acabaría haciendo aguas por todos lados por tratar la psicología de los personajes a la tremenda, vamos a decirlo así. No obstante, creo que el director tarda mucho en arrancar por lo que el producto, se hace demasiado lento en ocasiones, llega por aburrir un poco, aunque en su cómputo es bastante entretenido. Además argumentalmente, el telefilm no es excesivamente bueno. Nos trae un concepto de cine que por esos lares, tampoco aporta nada nuevo. Pero la trama, que no es nada del otro mundo está perfectamente enfocada.
Por otro lado, llegado a un punto creo que el realismo, por esa introducción de los personajes tan favorable, se desvanece, ya que la actitud del chico creo que es demasiado sumisa. Además las dos escenas del final, creo que sobraban. Sin embargo, el perfil psicológico de los personajes está conseguido, en el caso de la chica, que al fin al cabo es la que mueve el hilo argumental, y también, en el caso de la madre, que muestra preocupación hasta la extenuación por su hijo, de forma que se dibuja un paisaje atractivo resumido el siguiente argumento: madre preocupada por la maldad y locura de la novia de su hijo, e hijo con cambios de personalidades por culpa de la crueldad de la chica. La manera en que el chico cambia de postura es aunque comprensible, un tanto exagerada.
Realismo conseguido con reservas, a pesar de todo, solo una escena como la del final, chocante hace que el producto no se gane el interesante de manera holgada.
Así, en definitiva, telefilm por encima de la media, apto para una tarde dominical.