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España España · L'Olleria ( Valencia )
Voto de Grijander:
3
Terror La familia Martin acaba de mudarse a una nueva casa, van a empezar una nueva vida. Han construido su nueva casa encima de otra que se quemó. En el cobertizo todavía conservan una replica de la antigua casa, una casa de muñecas. En el cumpleaños de la hija menor, los padres deciden restaurar el juguete y regalárselo a su hija. Pronto, todo tipo de accidentes horribles e inexplicables empiezan a suceder. La familia deberá luchar contra el ... [+]
6 de agosto de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Última entrega de la saga original de películas que viven bajo el nombre de Amityville. En este caso, el mal se encuentra en una casa de muñecas, redondeando así una franquicia en la que los villanos han sido una lámpara, un reloj, un espejo y la casa de muñecas de este octavo asalto.

Steve White dirige la película con más capacidad técnica de la saga desde la segunda película de la misma. White nos deja un trabajo pobre, aunque más o menos original si lo comparamos con anteriores capítulos de Amityville. El guion corre a cargo de Joshua Michael Stern, que nos presenta una película en la que el infierno entra directamente en el mundo de los vivos (y viceversa) y nos encontramos con demonios frente a frente. Eso lo aprovecha White para, gracias a un maquillaje decente para ser una película que fue lanzada directamente a alquiler, poner ante nosotros algunos momentos que huyen de la vergüenza ajena más de lo que nos habíamos acostumbrado en la saga. Lo cierto es que no se puede hablar bien ni mal en términos generales de la película, aunque puede decirse que no deja de ser una película que puede asustar a los más pequeños de la casa pero puede aburrir de sobremanera a la mayoría de los adultos. White no hace ningún desastre pero tampoco se luce: simplemente está ahí, disponiendo las cámaras con lógica y ya está, aunque lo de la lógica tras las cámaras es un puntazo visto lo visto en otras Amityvilles.

Robin Thomas protagoniza la película siendo uno de los pocos protagonistas decentes que han pululado por todo aquello bautizado con el nombre de Amityville desde que pasó la primera película. Starr Andreeff interpreta a la pareja del protagonista y, aunque tiene un par de momentos bastante buenos, su labor no pasa de ser normalita, algo que también es un elogio en esta saga. El trío de hijos está interpretado por un muy sobreactuado Allen Cutler víctima de la sociedad de Melrose Place, por la joven y acertadísima Rachel Duncan y por el repelente (pero en un sentido muy distinto al de su personaje) Jarrett Lennon.

Resumiendo, que es gerundio: La casa de muñecas de Amityville es una pobre película que sirve de ceremonia de clausura a una saga muy, muy mala en general, en la que única y exclusivamente se salva la primera película (un clásico con un nivel cinematográfico alto) y, en menor medida, la quinta entrega (por su originalidad dentro de la saga). A veces, menos es más y esta es una de esas veces. Amityville merece algo mejor.
Grijander
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