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Voto de hpbordon:
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Drama
Un padre que tiene una difícil relación con su hijo lo lleva a un internado para tratar de corregir su conducta, sin saber que el centro es poco menos que un centro de tortura. Debut en la dirección del premiado Xavi Giménez. "Cruzando el límite" -título original- se distribuirá internacionalmente con el título "Yellow". (FILMAFFINITY)
9 de noviembre de 2010
32 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empieza a ser ardua tarea esto de comentar semanalmente los estrenos de las películas españolas. Desde hace tiempo me considero un cinéfilo, por disfrutar de cuanto ofrece el cine y de poder pasar momentos maravillosos frente a una pantalla, superando muchas veces los de la vida real. Pero a medida que me voy familiarizando con el cine español industrial en el día a día y veo películas como 'Cruzando el límite', voy aceptando que soy más bien un cinéfago y no un cinéfilo. La diferencia entre ambos términos es que el cinéfago, según Jesús Palacios en su libro 'Goremanía', "come de todo y disfruta tanto del buen cine como del peor, sazonándolo todo con sentido del humor". Por eso, y muy a mi pesar, empiezo a aceptar que he cruzado el límite y estoy más cerca del grupo de los cinéfagos. Cada vez me importa menos si una película es de Saura, Amenábar o de este Xavi Giménez; si la veo en el cine, en DVD o en streaming; si pago cinco, ocho euros o me invitan. Quiero dejar claro que si hablo bien o mal de una película es lo de menos. La cuestión es ver cine y hablar de ello. Y para eso estamos.
Desde Filmax, Julio Fernández nos presenta 'Cruzando el límite', la primera película de Xavi Giménez, que posee una dilatada carrera como director de fotografía en películas como 'Intacto' o 'Ágora'. La historia que se encarga de dirigir está inspirada en hechos reales y es la de un joven cuyas desavenencias con su padre le llevan interno a un centro. No es ni un internado ni un reformatorio, como no se cansa de repetir el director de la institución, al que interpreta Fernando Guillén Cuervo. Se trata del CIMCA (Centro de Internamiento de Modificación de la Conducta Adolescente), donde permanecen recluidos y aislados decenas de chicos y chicas bajo una absoluta disciplina. Los padres pagan por la reinserción de la conducta de sus hijos conflictivos, y los chavales se encuentran con un centro de torturas que poco tiene que envidiar al de Guantánamo. Con una treta similar se encontrará el público: pagarán por un drama juvenil, y se encontrarán con un suplicio en toda regla hacia los cinco sentidos. 'Cruzando al límite' es un compendio de atrocidades que desembocan en un final, al menos, esperanzador. El ritmo de la cinta es tan paupérrimo que acaba por resultar original. Demasiado efectismo videoclipero le resta credibilidad a la siempre necesaria e interesante reflexión sobre la educación y el trato a los adolescentes. Es de esas películas que avanzan, pero no. Que toman un camino y de repente, otro. Y entre tanto, se terminan.
Continúa en el spoiler sin desvelar partes relevantes de la trama. Si alguien encuentra algo verdaderamente relevante en la película, por favor, que lo diga.
Desde Filmax, Julio Fernández nos presenta 'Cruzando el límite', la primera película de Xavi Giménez, que posee una dilatada carrera como director de fotografía en películas como 'Intacto' o 'Ágora'. La historia que se encarga de dirigir está inspirada en hechos reales y es la de un joven cuyas desavenencias con su padre le llevan interno a un centro. No es ni un internado ni un reformatorio, como no se cansa de repetir el director de la institución, al que interpreta Fernando Guillén Cuervo. Se trata del CIMCA (Centro de Internamiento de Modificación de la Conducta Adolescente), donde permanecen recluidos y aislados decenas de chicos y chicas bajo una absoluta disciplina. Los padres pagan por la reinserción de la conducta de sus hijos conflictivos, y los chavales se encuentran con un centro de torturas que poco tiene que envidiar al de Guantánamo. Con una treta similar se encontrará el público: pagarán por un drama juvenil, y se encontrarán con un suplicio en toda regla hacia los cinco sentidos. 'Cruzando al límite' es un compendio de atrocidades que desembocan en un final, al menos, esperanzador. El ritmo de la cinta es tan paupérrimo que acaba por resultar original. Demasiado efectismo videoclipero le resta credibilidad a la siempre necesaria e interesante reflexión sobre la educación y el trato a los adolescentes. Es de esas películas que avanzan, pero no. Que toman un camino y de repente, otro. Y entre tanto, se terminan.
Continúa en el spoiler sin desvelar partes relevantes de la trama. Si alguien encuentra algo verdaderamente relevante en la película, por favor, que lo diga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Una música estridente y ensordecedora -no apta para cardiacos-, nos intenta introducir en la mente de los torturados. ¡Vaya si lo consigue! Y eso que se compensa con la aparición final de la de Macaco, que no viene nada mal para darle un tirón comercial a la película. Pero no sé hasta qué punto es efectiva tanta música metralla. No recuerdo que Kubrick en 'La naranja mecánica' nos tuviera que maltratar para hacernos ver las salvajadas que se acometían para reeducar a Alex. Supongo que en eso consiste el talento. En insinuar y sugerir, no en castigar al espectador, que poca culpa tiene.
Anímense, vayan a ver cine español, qué importa. Seamos cinéfagos.
Anímense, vayan a ver cine español, qué importa. Seamos cinéfagos.