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Voto de David Navarro:
7
Comedia El 1 de enero de 1993 se creó la Eurozona. Dos agentes de aduanas -un belga y un francés- se enteran de que sus puestos en la frontera están a punto de desaparecer. Para Ruben Vandervoorde (Poelvoorde), el agente belga, la francofobia es una tradición familiar. El agente francés Mathias Ducatel (Dany Boon) es enemigo declarado de Ruben y está secretamente enamorado de su hermana. Para sorpresa de todos, Mathias y Ruben olvidan sus ... [+]
8 de abril de 2011
28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a explicar qué NO te encontrarás en esta película:
-originalidad: la trama principal es un enredo de corte sentimental y el envoltorio una buddy movie (peli de colegas), para colmo dos policías que se llevan mal.
-diálogos a lo Woody Allen.
-Bajezas a lo Torrente.
-Grandes mensajes y profundas charlas después de la película en torno a un café.

Y ahora qué es lo que hay:
-Una comedia que te hace reír y pasar un buen rato.
-Gags muy variados, desde el slapstick (golpes, caídas, etc.) hasta los juegos de palabras, imitaciones de acentos (por eso sería ideal verla en versión original) y situaciones comprometidas para el protagonista.
-Un argumento previsible, que, milagrosamente, no empaña el resultado final.
-Personajes secundarios bien definidos. Obviamente, exagerados, pero muy marcados y reconocibles desde su primera aparición.
-Una estupenda actuación del coprotagonista, Benoît Poelvoorde, que parece un trasunto de Antonio Recio, el pescadero maligno de la maltratada serie de Telecinco La que se avecina.
Y he aquí el secreto: el director no se complica la vida. Hace de la escasez, virtud, y te llena la pantalla de principio a fin con momentos divertidos.
Ni más ni menos.
Si te gustó Bienvenidos al Norte, ésta te gustará más, pero ojo... la estructura del guión es, en el fondo, bastante parecida.
Sorprende, además, que casi sin proponérselo Dany Boon haya conseguido universalizar la rivalidad entre belgas y franceses. No hace falta licenciarse en Historia para reconocer en sus infundadados estereotipos y puyas esa afición que todos tenemos a buscar enemigos entre los vecinos, porque, y puede que éste sea el mensaje de la película, es más fácil culpar a los demás que mirarnos al espejo.
No sufras, porque la película no se pierde en filosofías de bolsillo ni por un instante. Esto es cosa mía.
David Navarro
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