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Voto de Miquel:
15 de agosto de 2008
27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo de los dos dramas románticos protagonizados por Bette Davis que realiza el ucraniano Anatole Litvak para la Warner. Escrito por Casey Robinson ("El capitán Blood", 1935), adapta la novela de éxito "All This, And The Heaven Too" (1938), de Rachel Field, basada en personajes y hechos reales. Se rueda íntegramente en los Warner Studios, donde se construyeron 67 sets diferentes. Es nominado a 3 Oscar (película, actriz y fotografía). Producido por Hal B. Wallis, se estrena el 4-VII-1940 (EEUU).
La acción dramática principal tiene lugar en Paris en 1846-47, durante el reinado (1830-48) de Luis Felipe I. Henriette Deluzy (Davis) es contratada como institutriz de sus hijos por Teobaldo de Praslin (Boyer), casado con Fanny Sebastiani (O'Neill). Henriette se gana el aprecio del duque y de sus hijos, pero suscita los celos de la esposa. Henriette, de 25 años, es cariñosa, eficiente y generosa. Teo, de unos 45 años, atento, educado y de prestigio, oculta bajo una apariencia de serenidad, frustraciones y amarguras. La duquesa Fanny, de 40 años, es neurótica, posesiva, inestable y obsesiva.
El film desarrolla un drama romántico de época, de grandes e intensas emociones. Se presenta envuelto en un halo de misterio e intriga. Constituye un ejemplo significativo del estilo del antiguo Hollywood. Supone la única colaboración en la pantalla de los actores protagonistas, Davis y Boyer. La historia es narrada en un largo flashback por la institutriz, que cuenta su pasado a las alumnas de su clase de francés en EEUU. La presencia, antes y después del flashback, de Henry Martyn Field (Lynn), responde al hecho de ser el abuelo paterno de la autora de la novela. La magnífica banda sonora de Max Steiner rubrica las dimensiones del drama. Añade dos gratas canciones: "The War Of The Roses" y "Leti's Song".
La película elabora un detallado e interesante retrato de una mujer (Henriette), de sus cualidades, reacciones y emociones. La matizada interpretación de Bette Davis, a la altura de su categoría interpretativa y propia del mejor momento de su carrera, contribuye a enriquecer el retrato de una mujer joven que se ve obligada a afrontar graves problemas de relación, afecto y dependencia, respecto de personas adultas y de niños a los que ha de servir y educar. Añade una cuidada y pormenorizada descripción de época (familiar y social), que focaliza en los últimos años del reinado de Luis Felipe I, último rey de Francia, a cuya abdicación contribuyeron, entre otros muchos hechos, los efectos de la historia que se relata.
El film realiza una interesantísima exploración de los celos obsesivos y sus efectos de destrucción sobre la familia, las personas que la componen y quien los experimenta. Más allá de su valor dramático y de su larga tradición trágica, los celos obsesivos requieren atención y cuidados psiquiátricos. El simple paso del tiempo no los cura. El film plantea, además, varias cuestiones relacionadas con la perdurabilidad de la pareja.
La acción dramática principal tiene lugar en Paris en 1846-47, durante el reinado (1830-48) de Luis Felipe I. Henriette Deluzy (Davis) es contratada como institutriz de sus hijos por Teobaldo de Praslin (Boyer), casado con Fanny Sebastiani (O'Neill). Henriette se gana el aprecio del duque y de sus hijos, pero suscita los celos de la esposa. Henriette, de 25 años, es cariñosa, eficiente y generosa. Teo, de unos 45 años, atento, educado y de prestigio, oculta bajo una apariencia de serenidad, frustraciones y amarguras. La duquesa Fanny, de 40 años, es neurótica, posesiva, inestable y obsesiva.
El film desarrolla un drama romántico de época, de grandes e intensas emociones. Se presenta envuelto en un halo de misterio e intriga. Constituye un ejemplo significativo del estilo del antiguo Hollywood. Supone la única colaboración en la pantalla de los actores protagonistas, Davis y Boyer. La historia es narrada en un largo flashback por la institutriz, que cuenta su pasado a las alumnas de su clase de francés en EEUU. La presencia, antes y después del flashback, de Henry Martyn Field (Lynn), responde al hecho de ser el abuelo paterno de la autora de la novela. La magnífica banda sonora de Max Steiner rubrica las dimensiones del drama. Añade dos gratas canciones: "The War Of The Roses" y "Leti's Song".
La película elabora un detallado e interesante retrato de una mujer (Henriette), de sus cualidades, reacciones y emociones. La matizada interpretación de Bette Davis, a la altura de su categoría interpretativa y propia del mejor momento de su carrera, contribuye a enriquecer el retrato de una mujer joven que se ve obligada a afrontar graves problemas de relación, afecto y dependencia, respecto de personas adultas y de niños a los que ha de servir y educar. Añade una cuidada y pormenorizada descripción de época (familiar y social), que focaliza en los últimos años del reinado de Luis Felipe I, último rey de Francia, a cuya abdicación contribuyeron, entre otros muchos hechos, los efectos de la historia que se relata.
El film realiza una interesantísima exploración de los celos obsesivos y sus efectos de destrucción sobre la familia, las personas que la componen y quien los experimenta. Más allá de su valor dramático y de su larga tradición trágica, los celos obsesivos requieren atención y cuidados psiquiátricos. El simple paso del tiempo no los cura. El film plantea, además, varias cuestiones relacionadas con la perdurabilidad de la pareja.
