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Voto de Miquel:
7
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Romance. Drama
Daniel Daréus es un director de orquesta de fama mundial. Ha llegado a lo más alto, pero se siente solo, miserable y cansado de las servidumbres de la fama y el trabajo. Tras sufrir un infarto, Daniel decide poner fin a su carrera musical y regresar al pequeño pueblo en el que pasó su infancia, situado en una remota zona al norte de Suecia. Su llegada supone una pequeña revolución, pues su popularidad le convertirá en objeto inmediato ... [+]
21 de septiembre de 2008
29 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuarto largometraje de Kay Pollak, primero en 18 años, tras el estreno de su trabajo anterior (“Love Me!”, 1986). Escrito por él, el guión cuenta con la colaboración de Anders Nyberg, Ola Olsson, Carin Pollak y Margaretha Pollak. Se rueda en escenarios naturales de Lulea (Norrbotten, Suecia) e Insbruck (Austria) y en los platós de JF Studios, entre el 7 de julio y el 26 de noviembre de 2003, con un presupuesto modesto. Es nominado a un Oscar (película extranjera). Producido por Anders Birkeland y Goran Lindstrom, se estrena el 20-VIII-2004 (Suecia).
La acción dramática principal tiene lugar en una pequeña localidad del norte de Suecia y en Insbruck (Austria), a lo largo de 6 meses, en 2003. Daniel Daréus (Nyqvist), hijo del lugar, músico, director de orquesta y compositor de éxito, sufre un infarto durante un concierto. Tras la convalecencia, decide desligarse de la presión del circuito internacional y se retira a vivir en la localidad donde nació. Atendiendo varias peticiones, accede a dirigir el coro parroquial. Daniel es soltero, solitario, reservado e idealista. Se comporta con sencillez, sinceridad y honradez. Bajo su dirección, el coro cobra vida, aumenta el número de cantores, mejora el nivel de sus interpretaciones y es invitado a participar en un concurso. La interacción entre director y coristas provoca cambios en muchos de ellos.
El film suma drama, música y romance. Narra una historia de amor, redención y superación. Compone un interesante retrato de la vida en una pequeña localidad aislada y cerrada, en la que los grandes acontecimientos son los hechos que marcan el día a día de la comunidad. En este contexto se manifiestan envidias, celos, sospechas, rumores, secretos a voces y falsas suposiciones, que alimentan y expresan, a la vez, rivalidades, antagonismos y enemistades. Frente a estos hechos la mejor política es la que dicta la práctica de la sinceridad, la transparencia, la comunicación veraz y la honradez.
Plantea el tema del papel de la religión, o más concretamente de la Iglesia Luterana Sueca, en el mundo actual. Liberada de antiguos prejuicios y viejos valores, la sociedad actual no entiende conceptos tan artificiosos como los contenidos en las definiciones tradicionales de pecado, culpa y perdón. Condena sin paliativos los comportamientos clericales inspirados en propósitos de dominio y control social. Analiza la presencia en la comunidad de episodios domésticos de violencia de género y de miedos que imponen resignación y silencios. Denuncia la cultura colectiva del individualismo, la autocomplacencia y la complicidad en cuestiones privadas que requieren soluciones colectivas. Muestra cómo la música tiende a mejorar las relaciones interpersonales, incrementar la autoestima, rebajar tensiones e impulsar la comprensión de uno mismo y de los demás. Con todo, más allá de sus efectos comprobables, la música es algo cuyo principal valor radica en ella misma.
La acción dramática principal tiene lugar en una pequeña localidad del norte de Suecia y en Insbruck (Austria), a lo largo de 6 meses, en 2003. Daniel Daréus (Nyqvist), hijo del lugar, músico, director de orquesta y compositor de éxito, sufre un infarto durante un concierto. Tras la convalecencia, decide desligarse de la presión del circuito internacional y se retira a vivir en la localidad donde nació. Atendiendo varias peticiones, accede a dirigir el coro parroquial. Daniel es soltero, solitario, reservado e idealista. Se comporta con sencillez, sinceridad y honradez. Bajo su dirección, el coro cobra vida, aumenta el número de cantores, mejora el nivel de sus interpretaciones y es invitado a participar en un concurso. La interacción entre director y coristas provoca cambios en muchos de ellos.
El film suma drama, música y romance. Narra una historia de amor, redención y superación. Compone un interesante retrato de la vida en una pequeña localidad aislada y cerrada, en la que los grandes acontecimientos son los hechos que marcan el día a día de la comunidad. En este contexto se manifiestan envidias, celos, sospechas, rumores, secretos a voces y falsas suposiciones, que alimentan y expresan, a la vez, rivalidades, antagonismos y enemistades. Frente a estos hechos la mejor política es la que dicta la práctica de la sinceridad, la transparencia, la comunicación veraz y la honradez.
Plantea el tema del papel de la religión, o más concretamente de la Iglesia Luterana Sueca, en el mundo actual. Liberada de antiguos prejuicios y viejos valores, la sociedad actual no entiende conceptos tan artificiosos como los contenidos en las definiciones tradicionales de pecado, culpa y perdón. Condena sin paliativos los comportamientos clericales inspirados en propósitos de dominio y control social. Analiza la presencia en la comunidad de episodios domésticos de violencia de género y de miedos que imponen resignación y silencios. Denuncia la cultura colectiva del individualismo, la autocomplacencia y la complicidad en cuestiones privadas que requieren soluciones colectivas. Muestra cómo la música tiende a mejorar las relaciones interpersonales, incrementar la autoestima, rebajar tensiones e impulsar la comprensión de uno mismo y de los demás. Con todo, más allá de sus efectos comprobables, la música es algo cuyo principal valor radica en ella misma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Exalta la preeminencia de la amistad, el compañerismo, el amor, el trabajo en equipo, la tolerancia, la autonomía personal, la lucha contra los abusos. Denuncia los errores de las viejas concepciones de decencia, sumisión, licitud de la intromisión en la privacidad de las personas, etc.
La narración se desarrolla con fluidez. Combina equilibradamente las escenas de interior y de exterior, las acompañadas de música y las independientes de ella, las festivas y las dramáticas. Envuelve el relato en un clima que suma sátira y crítica mordaz con toques de sentimentalismo. Olvida que en la lucha entre el bien y el mal, el triunfo del bien nunca es fácil ni se da exento de costes altos. Se echa en falta un uso más extenso de la ambigüedad y la indefinición, como el que acompaña la despedida del párroco y su esposa. Algunos lances están resueltos de modo exagerado y caricaturesco (última entrevista del párroco y Daniel). La obra cumple su objetivo de elevar la confianza en el ser humano y en la capacidad colectiva de solucionar los problemas comunes.
La música, de Stefan Nilsson, ofrece una partitura melódica envolvente que eleva el espíritu y crea impulsos de acción. Es memorable la última escena de canto coral, de gran colorido y sin palabras, que simula el canto de un coro de ángeles. Añade numerosos fragmentos de composiciones clásicas (Wagner, Bach, Vivaldi, Schubert, Bruckner, Mendelssohn, etc.). La fotografía, de Harald G. Paalgard, se recrea en la belleza de los paisajes nórdicos de invierno y primavera. Presta especial atención a las dinámicas de grupo y a la expresión corporal colectiva. Filma en ocasiones con la cámara al hombro. Buenas interpretaciones de Nyqvist (Daniel), Hallgren (Lena) y Jähkel (Arne).
La narración se desarrolla con fluidez. Combina equilibradamente las escenas de interior y de exterior, las acompañadas de música y las independientes de ella, las festivas y las dramáticas. Envuelve el relato en un clima que suma sátira y crítica mordaz con toques de sentimentalismo. Olvida que en la lucha entre el bien y el mal, el triunfo del bien nunca es fácil ni se da exento de costes altos. Se echa en falta un uso más extenso de la ambigüedad y la indefinición, como el que acompaña la despedida del párroco y su esposa. Algunos lances están resueltos de modo exagerado y caricaturesco (última entrevista del párroco y Daniel). La obra cumple su objetivo de elevar la confianza en el ser humano y en la capacidad colectiva de solucionar los problemas comunes.
La música, de Stefan Nilsson, ofrece una partitura melódica envolvente que eleva el espíritu y crea impulsos de acción. Es memorable la última escena de canto coral, de gran colorido y sin palabras, que simula el canto de un coro de ángeles. Añade numerosos fragmentos de composiciones clásicas (Wagner, Bach, Vivaldi, Schubert, Bruckner, Mendelssohn, etc.). La fotografía, de Harald G. Paalgard, se recrea en la belleza de los paisajes nórdicos de invierno y primavera. Presta especial atención a las dinámicas de grupo y a la expresión corporal colectiva. Filma en ocasiones con la cámara al hombro. Buenas interpretaciones de Nyqvist (Daniel), Hallgren (Lena) y Jähkel (Arne).