Triple debú, de Federico Luppi en la dirección y de Susana Hornos como actriz y guionista. Se rodó en Logroño, Fuenmayor, Nájera, Nolla, San Sebastián, Irún y Rentería en 2004/05. Fue nominada a la Golden Biznaga (mejor película) del Festival de Málaga. Ganó el premio del Student Jury al mejor guión de Toulouse Cinespaña. Se estrenó el 17-VIII-2005.

La acción tiene lugar entre el 24-II-1981 y julio de 1982, en una ciudad de provincias española. Narra la historia de tres parejas jóvenes, que tras participar en la manifestación contra el intento de golpe de Estado del día anterior, se reúnen a cenar para celebrar el fracaso de la asonada. A partir de entonces nada va a ser igual para ellos.

La película centra la atención en un grupo de antiguos amigos, que comparten desde hace años momentos plácidos de esparcimiento, ocio y diversión. Tras el 23-F anida en ellos la preocupación, la desmoralización y la tristeza, que hacen emerger diferencias antiguas y nuevos conflictos. Aparece una grave situación de violencia de género, sobrellevada en soledad y silencio. El desafecto de uno de ellos con el suegro, deviene crisis abierta a causa del descubrimiento de su homosexualidad. Un matrimonio equilibrado, que ha acordado con serenidad la separación, manteniendo la convivencia en espera de la ley del divorcio, no puede evitar la ruptura y la transformación de su amistad en dolorosa indiferencia. Los progres, los provincianos y los acomodados son deudores de cambios profundos en el marco general de convivencia. La derecha abandona las posiciones moderadas del centro, los empresarios hacen gala de su fuerza contra los sindicatos, la jerarquía eclesiástica abandona la neutralidad. La euforia y el consenso de la transición (1977-1980) entran en quiebra, mientras se impone una situación convulsa de grandes cambios.

La música, compuesta y dirigida por Leo Sujatavich, corre a cargo de una gran orquesta, que a los instrumentos clásicos añade teclados y guitarras. Llena la obra de melodías intensas, que subrayan y amplían las emociones. La música adicional viene dada por "Mi querida España", "Ramito de violetas" y la música disco de la sala de fiestas. La fotografía, de Hans Burmann, luminosa y colorista, desarrolla una narración visual de excelente composición, buen dibujo y gran belleza. El guión desarrolla la acción con aciertos, no exentos de debilidades. Es de alabar su ambición y el tema elegido. La interpretación de Ana Fernández (Silvia), Alberto Jiménez (José) y Ginés Garcia Millán (Fran) sobresalen dentro de un conjunto que trabaja con gran empeño. La dirección no consigue siempre concretar en aciertos su convicción y su esfuerzo.

Película de excelente fotografía, muy buena música e interpretaciones convincentes, que aborda un tema poco tratado en cine. Interesante evocación de una etapa colvulsa de corta duración (1981/82) y grandes cambios.