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Voto de Jimmy McNulty:
2
7,5
69.048
Drama. Thriller
Grace llega al remoto pueblo de Dogville huyendo de una banda de gángsters. Persuadidos por las palabras de Tom, que se ha erigido en portavoz de la comunidad, los vecinos se avienen a ocultarla. Grace, a cambio, trabaja para ellos. Sin embargo, cuando Dogville sea sometido a una intensa vigilancia policial para dar con la fugitiva, sus habitantes exigirán a Grace otros servicios que les compensen del peligro que corren al darle cobijo. ... [+]
6 de enero de 2009
26 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablo a Lars von Trier en mi imaginación mientras veo la película. Espero, en virtud de una efusiva recomendación que un amiguete me ha hecho una y otra vez de esta película, reconciliarme con el autor de dos de las películas más sobrevaloradas del cine de nuestros días, Breaking the waves y Dancer in the dark. Comienza la película:
"¿Utilizas narrador en voz en off, Lars? Bueno, desde luego, al público al que van dirigidas tus películas le pasará desapercibido el hecho de que este recurso facilón te ahorra muchos quebraderos de cabeza en cuanto a explicar las cosas por medio de acciones y personajes. Toma ya economía narrativa. Basta con que una voz informe de cómo se siente o qué piensa Fulano o Mengano. Ya empezamos con este tipo de mediocridades, Lars?"
No le digo nada a cerca de que el exceso de cámara en mano no sólo se limita a ser su sello distintivo, sino que además, como tal, resulta la consecuencia de una patología que le ha estado acompañando toda su vida; acaso ciertas inseguridades adquiridas en la infancia desembocaron en un inatajable deseo de protagonismo que salpica cada una de sus cintas.
"Un director, creo yo, amigo Lars, debería ser el mejor de los intermediarios. Un catalizador equilibrado, que no nos recuerde cada segundo quién cuenta la historia, sino que se limite a contar la historia lo mejor posible, que enfoque la atención del público lo más posible en la historia en sí. Tu excentricidad visual no nos deja olvidar que todo lo que vemos es ficticio, que está interpretado por actores y que está rodado por un señor cuyos pasos y movimientos se hacen contínuamente manifiestos".
A Lars todo esto que le digo le parece basura. Su arraigada inseguridad de ayer y hoy, su subsecuente narcisismo de hoy, convierten toda crítica en la convicción de que todo aquel que no entienda sus chistes es tonto, lo cual, y sigo preocupado por su patología, no es distinto de la conducta que muestran los "artistas" plásticos o musicales de nuestros días. Uno de aquellos expone un lienzo en blanco con un garbanzo pegado en el centro, uno de éstos estrena un concierto para eructos, pedos y orquesta, y aquellos y éstos acompañan sus zafias creaciones de un largo panfleto (imprescindible), que explica las razones de por qué esa mierda ha de ser considerada arte. Casi todo en público lo acepta, claro, no sea que se les tache de incultos, que Dios nos cuide de tal ignominia. A los que denunciamos la farsa, siempre hay algún iluminado que nos denuncia nuestra falta de sensibilidad y perspectivas.
“A pesar de todo, Lars, reconozco que la idea de rodarlo todo en un solo escenario me parece atractiva, y el resultado, estéticamente hablando, me gusta. Eso sí, tus personajes siguen siendo tan esterotipados como los de un cuento para niños (…)
"¿Utilizas narrador en voz en off, Lars? Bueno, desde luego, al público al que van dirigidas tus películas le pasará desapercibido el hecho de que este recurso facilón te ahorra muchos quebraderos de cabeza en cuanto a explicar las cosas por medio de acciones y personajes. Toma ya economía narrativa. Basta con que una voz informe de cómo se siente o qué piensa Fulano o Mengano. Ya empezamos con este tipo de mediocridades, Lars?"
No le digo nada a cerca de que el exceso de cámara en mano no sólo se limita a ser su sello distintivo, sino que además, como tal, resulta la consecuencia de una patología que le ha estado acompañando toda su vida; acaso ciertas inseguridades adquiridas en la infancia desembocaron en un inatajable deseo de protagonismo que salpica cada una de sus cintas.
"Un director, creo yo, amigo Lars, debería ser el mejor de los intermediarios. Un catalizador equilibrado, que no nos recuerde cada segundo quién cuenta la historia, sino que se limite a contar la historia lo mejor posible, que enfoque la atención del público lo más posible en la historia en sí. Tu excentricidad visual no nos deja olvidar que todo lo que vemos es ficticio, que está interpretado por actores y que está rodado por un señor cuyos pasos y movimientos se hacen contínuamente manifiestos".
A Lars todo esto que le digo le parece basura. Su arraigada inseguridad de ayer y hoy, su subsecuente narcisismo de hoy, convierten toda crítica en la convicción de que todo aquel que no entienda sus chistes es tonto, lo cual, y sigo preocupado por su patología, no es distinto de la conducta que muestran los "artistas" plásticos o musicales de nuestros días. Uno de aquellos expone un lienzo en blanco con un garbanzo pegado en el centro, uno de éstos estrena un concierto para eructos, pedos y orquesta, y aquellos y éstos acompañan sus zafias creaciones de un largo panfleto (imprescindible), que explica las razones de por qué esa mierda ha de ser considerada arte. Casi todo en público lo acepta, claro, no sea que se les tache de incultos, que Dios nos cuide de tal ignominia. A los que denunciamos la farsa, siempre hay algún iluminado que nos denuncia nuestra falta de sensibilidad y perspectivas.
“A pesar de todo, Lars, reconozco que la idea de rodarlo todo en un solo escenario me parece atractiva, y el resultado, estéticamente hablando, me gusta. Eso sí, tus personajes siguen siendo tan esterotipados como los de un cuento para niños (…)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
(…) Oye Lars, por qué a Grace se lo ponen tan difícil para entrar en el pueblo? Es un puto pueblo de mala muerte! Y ella tiene casi que esclavizarse a todos sus habitantes para ser aceptada? Pero hombre, no ves que esto es inverosímil? Cualquiera optaría por ir a otro lugar. Cómo? Que intenta ser una fábula? A vale, perdón (…)
(…) Oye Lars, no te parece muy tonto que al principio Grace las pase putas para que la acepten y ahora le resulte imposible salir del pueblo? No puede irse como ha venido, a pie? Necesita pagar al tipo de la furgoneta, casualmente a ese que se va de putas y que ya lleva dibujado en el rostro que va a pedirle a cambio favores sexuales? Ah, no!! Que no te limitas a violarla con dos personajes… JOJOJO… que resulta que la violan todos y cada uno de los varones adultos del pueblo!! Y las mujeres, a falta de falo con que agredirla, la maltratan de muchas otras muchas formas. Pero venga, hombre, Lars, cómo puedes ser tan gilipollas!? Qué conclusión sacamos de todo esto? Que todos los hombres somos violadores en potencia y las mujeres unas degeneradas? Has vuelto a caer en ese maniqueísmo tuyo recalcitrante tan bobo, y mira que al principio tenía cierta esperanza en que lo hubieras dejado un poco de lado”
Lars se ofende y lo único que me responde es que soy un burro, que tengo que terminar de verla, que sus obras tienen sentido en conjunto, que si el verbo fabular otra vez por aquí y por allá. Y me gustaría decirle lo cansado que estoy del abuso que hacen estos vanguardistas de mierda de las palabras fábula, metáfora y alegoría para justificar su mediocridad.
“Vaya, Lars, resulta que James Caan es el padre mafioso de Grace. Esto sí que no me lo esperaba. He de reconocer que me ha sorprendido gratamente el giro argumental”.
Grace discute con su padre a cerca de la venganza, de los lícitos errores humanos. Me digo a mí mismo que como no tomen represalias, la película va a caer en picado, no sólo por lo inverosímil que resulta la ausencia de rencor de Grace, sino por la de su padre, que parece dejar la decisión en manos de su hija.
“Lars, en serio no te parece una estupidez que un cabecilla de una familia mafiosa negocie tanto con su hija las medidas a tomar con un pueblo cuyos habitantes la han violado y maltratado a esos niveles? Mira, Lars, yo soy James Caan, y me los cargo uno a uno personalmente y sin consulta filial, pero no de un tiro en la cabeza, que es una muerte generosamente rápida. Vámos, hombre! No querías tragedias y miserias humanas que mostrar a tu incondicional público? Pues esa sí sería la cruda realidad, el hecho de que los más crueles de los actos vienen inspirados por el odio que produce la sed de venganza”
Agradezco esbozando una sonrisa el final, aunque el diálogo pseudofilosófico previo entre padre e hija le haya restado veracidad y fuerza.
(…) Oye Lars, no te parece muy tonto que al principio Grace las pase putas para que la acepten y ahora le resulte imposible salir del pueblo? No puede irse como ha venido, a pie? Necesita pagar al tipo de la furgoneta, casualmente a ese que se va de putas y que ya lleva dibujado en el rostro que va a pedirle a cambio favores sexuales? Ah, no!! Que no te limitas a violarla con dos personajes… JOJOJO… que resulta que la violan todos y cada uno de los varones adultos del pueblo!! Y las mujeres, a falta de falo con que agredirla, la maltratan de muchas otras muchas formas. Pero venga, hombre, Lars, cómo puedes ser tan gilipollas!? Qué conclusión sacamos de todo esto? Que todos los hombres somos violadores en potencia y las mujeres unas degeneradas? Has vuelto a caer en ese maniqueísmo tuyo recalcitrante tan bobo, y mira que al principio tenía cierta esperanza en que lo hubieras dejado un poco de lado”
Lars se ofende y lo único que me responde es que soy un burro, que tengo que terminar de verla, que sus obras tienen sentido en conjunto, que si el verbo fabular otra vez por aquí y por allá. Y me gustaría decirle lo cansado que estoy del abuso que hacen estos vanguardistas de mierda de las palabras fábula, metáfora y alegoría para justificar su mediocridad.
“Vaya, Lars, resulta que James Caan es el padre mafioso de Grace. Esto sí que no me lo esperaba. He de reconocer que me ha sorprendido gratamente el giro argumental”.
Grace discute con su padre a cerca de la venganza, de los lícitos errores humanos. Me digo a mí mismo que como no tomen represalias, la película va a caer en picado, no sólo por lo inverosímil que resulta la ausencia de rencor de Grace, sino por la de su padre, que parece dejar la decisión en manos de su hija.
“Lars, en serio no te parece una estupidez que un cabecilla de una familia mafiosa negocie tanto con su hija las medidas a tomar con un pueblo cuyos habitantes la han violado y maltratado a esos niveles? Mira, Lars, yo soy James Caan, y me los cargo uno a uno personalmente y sin consulta filial, pero no de un tiro en la cabeza, que es una muerte generosamente rápida. Vámos, hombre! No querías tragedias y miserias humanas que mostrar a tu incondicional público? Pues esa sí sería la cruda realidad, el hecho de que los más crueles de los actos vienen inspirados por el odio que produce la sed de venganza”
Agradezco esbozando una sonrisa el final, aunque el diálogo pseudofilosófico previo entre padre e hija le haya restado veracidad y fuerza.