Haz click aquí para copiar la URL
España España · http://cinemaadhoc.info/
Voto de Favio Rossini:
7
Drama Mientras recorre el desierto de Arizona, Homer Smith, un trabajador itinerante, conoce a cinco monjas que viven en una situación muy precaria. Tras reparar las goteras del granero de la comunidad, Homer se encuentra con que la Madre Superiora no sólo no piensa pagarle ese trabajo, sino que además quiere que le construya gratis una capilla. (FILMAFFINITY)
23 de marzo de 2010
22 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un hombre conduce por una de esas infinitas carreteras estadounidenses. Es feliz, se siente libre, si es que alguien puede sentirse así.
De repente el coche empieza a quejarse. Tiene sed. Urge encontrar una morada donde pedir agua. “Esa pequeña granja servirá” piensa el hombre.
El rancho está habitado por unas extrañas monjas alemanas. Le ayudan y le ofrecen trabajo, pero él lo rechaza a pesar de la insistencia de las religiosas. Debe llegar a ninguna parte antes de que anochezca. Poco después de abandonar el lugar el hombre echa un vistazo a su cartera. Dentro sólo hay un puñado de míseros dólares
El hombre retrocede. Acepta el trabajo. Su destino estaba más cerca de lo que él creía.
_______________________________________________________________________________

Así comienza esta bonita y sencilla película que recuerda a alguno de los viajes de Sullivan o a una aventura de Sal Paradise, Jack Dulouz o cualquiera de los demás alter egos de Kerouac.
Cuando terminó, con una secuencia preparada a fuego lento durante la película para emocionar (una vez más una canción utilizada de forma magistral como leit-motiv de la historia), me quede con las ganas que deja una novela por entregas. Te quedas con la sensación de que, tras el “The end”, Homer Smith va a encontrar muchos lugares maravillosos donde descansar de su viaje infinito. Y ya no estarás allí para verlos.

PD:Me ahorro cualquier comentario acerca de Sidney Poitier, pues hay cierto tipo de actores con los que lo único que se puede hacer es quitarse el sombrero. Ni que decir tiene que el primer Oscar para un actor de raza negra fue, de todas todas, merecido.
Favio Rossini
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow