Pese a que si uno ve los posters de la época, venden a la película de una firma completamente sensacionalista, la historia es todo lo contrario.
Es una historia intensa, sobre una familia, que decide secuestrar al presunto violador y asesino de su hija, y las consecuencias nefastas que esto trae en sus vidas, ya que los va deformando como personas, y convirtiéndolos en seres miserables y traicioneros, las relaciones se van desquebrajando, hasta se derrumban por completo.

Muy recomendable película, que al igual que otras de su director, logra mantener la tensión durante todo el metraje.
Muy buenas interpretaciones, sobre todo de parte de James Booth, que sale en casi todas las escenas de la misma, interpretando a uno de los personajes más trágicos que he visto, y viendo como las circunstancias y las malas decisiones, pueden convertir la vida de un hombre común en una horrible pesadilla.
Un solo pero, por el cuál le bajo 1 punto, el final, lo sentí un poco básico para como había sido la película.