Según Susú Pecorro realizó esta película para "sacarse de encima a Camila", ojalá hubiera elegido otra.
Ya que ni siquiera por su personaje, como en algunas películas que la historia es mediocre, pero la protagonista resalta por sobre el resto, hay muchos casos en general las actrices que ganan el Oscar son en películas pensadas para su lucimiento, acá no.
Tacos altos es una historia densa, pero no porque sea realmente profunda sino porque está contada de la forma más chocante y morbosa posible.
En sí no cuenta nada nuevo, es más, se podría decir que toca los 2 clichés más quemados del cine intimista o de autor, las prostitutas callejeras y los chicos desprotegidos, seres marginales a los que les suceden todas las sordideces y desgracias posibles, son golpeados, violados y explotados.
Sinceramente este tipo de historias son las que predisponen contra el cine independiente y mal llamado de autor, ya que para ser un verdadero autor hay que tener un universo propio, como el que tenia Buñuel, Torre Nilsson, y otros, pero Renán no le llega ni a los talones a los mencionados, es un cineasta mediocre e irregular, que depende absolutamente del texto que adapte, la calidad o falta de la misma, en esta ocasión adapta dos cuentos del escritor argentino Bernardo Kordon, y en el se regodea en la vulgaridad, el lumpenaje, con una protagonista que la verdad irrita mucho por su estupidez, de verdad por momentos parece que fuera una persona con algún tipo de retraso, ya que las cosas que hace y dice no se condicen con alguien razonable o siquiera normal.
Los personajes no generan empatía, ni tampoco conmueven a pesar de pasarles de todo, tal vez el único intento de generar algo cercano a eso sea el personaje transexual, aunque cae en el cliché del amigo protector y mártir.
Le doy un 2 por el gran elenco que tiene lejos lo mejor de la película, actores que estaban en el mejor momento de sus carreras, y aceptaron hacer pequeños personajes acá.