Sorprendente spaguetti western en lo que a mi valoración se refiere. Y es que no puede ser más positiva por cuanto está muy por encima de lo que esperaba de ella. Con que me entretuviera tenía suficiente, pero creo que va más allá.
Tiene gran empaque técnico, no en vano se ve que ha habido dinero, y en aspectos como fotografía, banda sonora y vestuario y dirección artística, es inmejorable.
Y en cuanto al guión, a ocho manos, hay que decir que está bien, es bastante completo y tiene diversas fases, a cada cual más interesante.
Se trata de un spaguetti crepuscular, desencantado, que pone en claras imágenes el devenir de los veteranos de la Guerra de Secesión Norteamericana, respecto al bando vencido.
Es un film violento, seco, duro, inmisericorde, hasta cruel, que en la cadena de televisión donde la vi aparecía como "TP", es decir, "para todos los públicos". Ni que decir que es una película claramente para un público adulto.
Es intensa con buenas escenas de acción cuando lo precisa e intimista cuando lo requiere.
Bien los intérpretes, con un William Berger emotivo como el padre de un adecuado Miguel Bosé, y un Raimund Harmstorf en el papel del malo con matices que le otorgan a su personaje un matiz muy peculiar.
En definitiva, que está bastante bien, y eso que la cinta está encuadrada en las postrimerías del simpático (¿sub?) género, cuando lo normal es que cayeran en comedia grotesca para aquel entonces.

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