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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
8
Drama España, años 50. El cadáver de un desconocido aparece en la plaza del pueblo de Bocentellas, dentro del mítico territorio de Región. Los habitantes pedirán ayuda al capitán Medina, joven oficial al mando de un cercano fuerte militar, hasta la llegada del juez. (FILMAFFINITY)
30 de septiembre de 2017
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entre el puticlub, el cuartel, la casa del valle y el pueblo, se va a desarrollar la novela de Juan Benet en un tétrico ambiente, una novela del género negro. Si bien es cierto que el personaje en la sombra, un tal Chaflán, que anda comprando tierras que van a ser inundadas por un pantano que está proyectado, según dice uno de los personajes que indica hasta donde llegarán las aguas, es algo, al menos, extraño, ya que la construcción de un pantano correspondería al MOPU de entonces y en esos casos, con el justiprecio correspondiente por las expropiaciones, las indemnizaciones ni mucho menos eran millonarias, por lo que el negocio del tipo mafioso en el que anda el Sr Chaflán no lo veo claro. Apuntemos que pueden haber más intereses ocultos y digamos que sí es cierto que el resto es de un realismo apabullante, con una sucesión lógica de hechos en la que los desplazamientos que se producen de uno y otro a los lugares indicados, crean una tensión propia del mejor cine de suspense a un nivel muy respetable, y eso es lo que verdaderamente importa. Podría decir incluso que es un cine de espías, con esas miradas de soslayo, atrás, deteniéndose, yendo a la pensión, con personas vigilando desde el coche, observando desde el bar, en fin, sensacional.

A ello por supuesto hay que agradecer, primero, el papelón del señor Germán Cobos, como Amaro, el más recio del pueblo, auténtico mayoral de los de entonces que no muestra una fisura en su férrea disciplina y que me río yo de esos personajes tipo padrino, sicilianos, a los que se asemeja el ambiente cuando aparece él con su tropa. Un tipo de personaje de los que llama la atención. Iba a decir que en su tropa se encuentra el raterillo ese del SGAE, el Ramoncín, el Rey del pollo frito y reseco, que si no tiene voz para el papel, menos tendrá para cantar, y que es el que me descuadra un poco, pero incluso él cumple, lo que va diciendo mucho de la que sería última película de Isasi Isasmendi por, al parecer, estar muy desengañado del cine patrio actual y que por cierto, ha fallecido hace poco.

Bueno, el señor Amaro, por donde íbamos, y sus “Qué te calles”, es un personaje para darlo de comer aparte y que ya por él funciona el resto de personajes. Nombrar a Maribel Verdú que no abre la boca pero sí las piernas, como putilla inocente de la vida, a cuyo alrededor rondará un capitán de Ingenieros, y que anda loquito tras ella. El capitán manda un “castillo” con un único reo, un coronel subversivo, y será ese capitán el que se enfrente al oscuro personaje Chaflán en defensa de los intereses del pueblo, aparte también de enfrentarse al cabrón del coronel. Y es que es verdad: entonces, un militar si quería contraer matrimonio tenía que pedir permiso al mando, de ahí se procedía a una investigación en toda regla sobre los antecedentes de la mujer, ya que si no eran favorables, se le denegaba el permiso y chitón; había que salvaguardar la moralidad de la institución.

El resto nos muestra una sociedad para pocas bromas y una autoridad de la que no se movía ni Dios, no hay más que ver a Agustín González haciendo de juez, con una de sus interpretaciones estrella que es cuando se pone a hacer cumplir los reglamentos con ese aire de dominio total de la situación:
-¿A quién se le ha ocurrido mover el cadáver sin mi permiso?
-Déjeme el orujo en el coche. (dicho aparte, sobre una caja de botellas que le regalan).
-Déjelo, déjelo... Que escurra. (Contemplando el cadáver que han sacado de una tina colgándolo de los pies).
Vamos, que se iba entonces más derecho que una vela. No olvidarnos de Terele Pávez en una secuencia impresionante de violación, y por supuesto, destacable Fernando Rey como un chismoso caballero, divertido, dandi…, un auténtico lujo. Una película que merece mucho más nota que la que uno le pone pero por lo que sea, asusta y recula uno, pero que es para tenerla muy en cuenta.
floïd blue
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