Tuvo su época este actor de comedias, Chevy Chase, y aquí cumple eficazmente para lo que es una aventura del especialista en comedias Harold Ramis. Veamos que es de otra época, muy americana, suave y familiar. No es de chistes sino una película de carretera que basa su humor en las situaciones grotescas y absurdas que van sucediendo por el camino. El afán de superación del padre ante los obstáculos será la causa de seguir adelante, y como suele ocurrir, los hijos parecen más sensatos ante la cabezonería del padre que es el único empeñado en ir al parque temático a la otra punta del país.

Tiene sus momentos más o menos graciosos y está muy bien dirigida. Chavy Chase parece que cae mal a determinada gente, puede que sea por su encasillamiento en este estilo de películas cómicas. En este caso podía decirse sub-encasillado en películas de familia en apuros, como la secuela: Las vacaciones europeas de una chiflada familia americana (1985), que no hay que confundir con ésta; y luego están aprovechando el tirón: ¡Socorro ya es Navidad! (1989) y Vacaciones en Las Vegas (1997). Creo que en este film está contenido y acertado. Puede decirse que fue uno más de esos graciosos e inolvidables famosos de los 80, junto al genial Gene Wilder (inolvidable), más Steve Martin, Billy Crystal o Dudley Moore.