Por casualidad, serie descubierta entre la maraña del tiempo con soniquete pegadizo. Un grupo unido no se sabe cómo, ni por qué, pero sí para qué. Realizar misiones de corte policíaco, al estilo de agentes secretos particulares, aprovechando aquel filón argumental que fueron los dos bloques.
El seriote Robert Vaughn es Harry Rule, el director encargado desde Londres de acordar los contratos de trabajo y planificarlos. Ella, desde Italia, es la condesa di Contini (Nyree Dawn Porter), corre a cargo de la astucia y el contacto con el objetivo y por último Paul Buchet (Tony Anholt), desde París, llevará el aspecto técnico, de transmisiones, seguridad, camuflaje y fuga.
Como se verá, una serie de 30 minutos, sin mucha profundidad, al rebufo lejano de series de los 60 como Misión Imposible, sin la capacidad de éstos, o Los Vengadores, sin llegar a tanto encanto.
En los títulos de crédito finales canta el tema de la serie Tony Christie, que por entonces se hizo muy popular con la canción "Amarillo", y luego creo que desapareció.