Estupendo plantel para un grupo de contrabandistas que no estarán en el corazón de todos, pero para quienes gusten de aventuras setenteras, luminosas pero de poco brillo, no será tiempo perdido.

Stanley Donen une la acción coherentemente, sin saltos que despisten. A lo largo de la costa californiana este extraño equipo llevará su cargamento de whisky venido desde Méjico para compensar la falta de género en el vecino pueblo. Una época de narraciones que escapan a nuestro saber por cosas tan raras como prohibir beber alcohol, y no se trata de convencer a nadie pero Burt Reynolds es un cachondo, un actor que fue muy querido en la vida real, un grande de la pantalla, y aquí está en un argumento a propósito para él. Quien le tenga en la distancia no dude en darle una oportunidad.

Hay un momento dramático pero junto al excelente trabajo de Liza, Hackman y demás, van forjando una aventura desenfadada que no pasará a la historia del cine ni de la navegación, pero que tiene el sabor añejo del buen whisky.