Haz click aquí para copiar la URL
España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
9
Comedia Gilles Gabriel, un cantante de los años 80 que vuelve a los escenarios, muere en un accidente de coche causado por Jean-Christian Ranu, un contable del COGIP. Pero Gilles no ha muerto del todo: su espíritu se ha introducido en el cuerpo de Ranu, que se pregunta quién puede ser esa persona que ocupa su mente. Salvo el cuerpo que comparten, Gilles y Ranu no tienen nada en común. (FILMAFFINITY)
5 de enero de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son muchas las películas que tratan este tema y siempre lo hacen con humor. El entuerto nos podía llevar a pensar que en realidad estamos viendo a un hombre bipolar, sabemos que muchas personas con el tiempo terminan hablando solos, tal vez porque estén solos, y se hablan como si tuvieran a otro tipo dentro y discutieran cuando son ellos mismos los que se contestan, y no es más que un trastorno, pero este no es el caso de esta película francesa. Existen ejemplos que me viene a la cabeza, como Dos veces yo (1984), en la que el alma o la personalidad de uno va a parar, o a migrar, al cuerpo de otro, encontrándose los dos en un cuerpo, ya sea por accidente o por alguna especie de hechizo, que es lo que aquí le pasa a nuestro amigo Daniel Auteuil, que recibe a otro en su cuerpo por un accidente. Este caso no hay que confundirlo con aquellos en los que se producen un intercambio de personalidad como pasa en las películas De tal astilla... tal palo (1987) o Ponte en mi lugar (2003), ni tampoco mezclar con aquellos temas de almas que vuelven para ocupar un cuerpo que no es el suyo, como un vulgar cangrejo ermitaño, que ocurre por ejemplo en El cielo puede esperar (1978).

Aquí, lo que sucede es por un accidente de tráfico y por accidente puede que sea que des con esta película y no hay que dejarla pasar porque inevitablemente te vas a reír. Enseguida entra en el conflicto el señor Ranu (Daniel Auteuil), que está genial haciendo del típico empleado gris del que todo el mundo pasa descaradamente, con el cantante Gilles Gabriel (Alain Chabat), quien invade su cuerpo a causa del golpe. La interpretación de Auteuil, apoyándose en su bandolera y en esas cortas apariciones en calzoncillos celestes, es, como uno se puede figurar, de lo más aguda, pero es que Alain Chabat, que en su tierra es un comediante polifacético muy conocido, como invasor de cuerpos, es la repera.

Los diálogos iniciales son para partirse, siempre y cuando te agrade este tipo de comedias y quieras entrar en el juego, porque no todo el mundo termina siendo un bipolar que discute consigo mismo como si fueran dos personas a la vez, que a veces hasta le pueden pillar, que yo creo que es algo corriente que no asombra a nadie, pero incluso, siendo así, cualquier espectador puede conectar con la propuesta. Increíblemente, la película mantiene el tipo durante casi todo el metraje, aunque puede que tenga algún leve bajón, pero es que es muy difícil mantener el ritmo alocado de la controversia que sufre el pobre empleado. Respecto a la jefa, Marina Fois, decir que su participación es clave también y es otro punto a repartir para las penosas situaciones que sufre nuestro empleado.

Siempre han hecho gracia esos cantantes un poco apartados de la actualidad, algo carrozas, como aquí hace Alain Chabat, interpretando a una vieja gloria de la canción que ocuparía puestos por encima de gente como Tonino Carotone, digamos, sin duda alguna. Una película lograda, en base a una idea bien concebida y puesta en escena con rigor y medios apropiados. Algo loca y surrealista pero es que así es la gente, no toda pero mucha sí que hablan solas y, por lo que sea, hacen gracia cuando las pillas.
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow