Y menos mal que se expande, porque si se contrajera lo llevaríamos claro. El caso es que se expande y prueba de ello es esta película que crece y se expande ante su avance. Con sus números musicales, su programa de radio y su historia de amor, demuestra como un argumento bien escenificado, con un ritmo perfecto, ocupará siempre un lugar en el futuro por muy de atrás que venga.
El espigado James Stewart con una atractiva Paulette Goddard, que canta y baila, un equipo de músicos, un empresario protestón, el juez de andar por casa, policías de los de siempre, la cárcel-centro de encuentros, los típicos líos de las películas americanas y un poquito de humor tontorrón y a disfrutar del cine.
Claro, no apta para los que no les gusten las películas con números musicales. Pero ellos se lo pierden… Quedarán sin expandirse.