No me atrevo a aconsejar esta película a no ser que te ligue algún interés especial.
Desde un punto de vista totalmente objetivo (nunca lo soy) carece de emoción. Es evidente que se aprovecha de una estela anterior para alargar los beneficios. Y así pasa, que el "ligero" aspecto de compromiso que tiene, resulta que lo es.
Liam, ese agente retirado de la CIA, vuelve a su tarea pero esta vez le falta convicción. Lucha contra la mafia más peligrosa que se pueda inventar, presentada en dos minutos con toda efectividad, eso sí, pero ya de forma prácticamente rutinaria; no mola. Aunque sea tercera entrega funciona independientemente.
Tampoco importa mucho los asuntos turbios que lleven esta gente, sencillamente se recurre a deudas y fuera. Los sistemas operativos son los windows 8, gps e iphone, y para marcas automovilísticas, Porsche destaca sobre las demás.
La acción queda muy reducida y se recurre a escenas de corta y pega para dar velocidad pero de escasa percepción visual.
Hay algún giro y el trabajo de actores es correcto. Me gustaría haberla ensalzado pero no puedo calificarla con notable a pesar de la gran cantidad de puntos que tengo para repartir, por tanto concluyo con que la película no es que aburra, pero no aporta esa condición indispensable que hace merecedera a una película de ser un buen producto, la condición de cumplir. Engáñame, pero engáñame bien.