Como en todo trabajo creativo a veces uno hace las cosas mejor que otras. Si alguien quiere una opinión sincera sobre esta película diré que en este caso Tarantino ha hecho algo diferente y digno de vivirlo (de verlo). Ha creado un relato reposado, profundo, sincero, pero menos pulp de lo acostumbrado, eso sí, sin renunciar a su estilo. Esta es una obra con colorido, que se toma su tiempo con realismo para que contemplemos el agradable paso de la historia, si Cliff va en coche, te lleva durante el trayecto para que disfrute del paseo tranquilamente. Si Rick no está contento con su actuación, te meterá en su caravana para que le veas cabrearse. Un show.

Ha utilizado un mundo de detalles dentro de otro mundo: el del cine. Habla de estrellas y está llena de estrellas muy reconocibles, y lo hace aprovechando los momentos coincidentes con ciertos sucesos acaecidos sobre la figura mediática de Sharon Tate. Es un producto que no olvida su sello: el humor negro, la violencia expeditiva, rápida, brutal, sangrante y sangrienta. Personalmente me ha hecho gracia, y perdón por el inciso, cuando a Rick le preguntan por un papel en una película y responde que estuvieron también barajando contratar a los 3 Georges, "¿quienes?" "Peppard, Maharis y Chakiris", un detalle por parte de Tarantino que se ve cómo maneja el mundo del cine a todos los niveles. El caso es que para algunos es un rollo, pero nada más lejos, es una auténtica delicia vivir la historia junto al especialista y su amigo el actor. No olvidéis que aquí también está lo mejor de Tarantino que es el aspecto introspectivo de sus atávicos personajes y sus manifestaciones explosivas, están aquí presente y con calidad manifiesta.

Érase una vez..., relata una peculiar amistad entre Cliff y Rick, Brad y Leonardo, podríamos decir, con perdón por las comparaciones, que son los nuevos Paul Newman y Robert Redford. La pareja de amigos que viven una amistad recia. Casi 3 horas de duración para disfrutar con ricas y buenas anécdotas sobre ese mundo del cine. Un film muy valedero, intimista, una obra muy madura, con presentación de personajes reales del gremio al paso de los personajes de ficción del viejo vaquero y su doble. Inolvidable historia que no sé cómo hay gente que se da de entendido en cine y no sabe apreciar esta obra, una obra para escuchar, para contemplar, para disfrutar de sus anécdotas.