Voy a decir poco de esta serie porque evidentemente ni me acuerdo. La pongo notable porque en algún momento debí verla y lo que recuerdo, lo recuerdo como alguien que vivió hace eones que ni puedo asegurar que era yo mismo.

El caso es que buscando buena música me han salido referencias a los hillbillies de esta serie y de golpe se me ha aparecido en mi mente la estampa de la abuela subida en una silla en lo alto de la camioneta. Tremendo. El abuelo (debía ser esto que cuento por los montes Apalaches o por esa América profunda del fondo de Norteamérica), yendo de caza con su carabina de mierda, ve a un conejo, creo que era un conejo porque un jabalí no era, y dispara. Como está ya mayor falla y el conejo se larga enseñándole los cojones y el tiro da en el suelo. A éstas va y sale petróleo, así como lo digo, debía haber tanto petróleo en su tierra que mana cual manantial de agua fresca.

Claro, al tío le tardan poco en llegar los buitres de los banqueros y demás ralea y se hace millonario. Como nuevo millonario despide su asquerosa vida y se va a vivir donde los ricos, que debía ser un sitio como la Moraleja de los EEUU. Coge sus pertenencias, a su gente los monta en la camioneta y la abuela como no cabe dentro la sientan en la silla mecedora en lo alto de los bártulos mirando hacia atrás y carretera. Me creo que fuera así llegado el caso. La tía iba de puta madre sin quejarse ni nada.

Bueno, el caso es que esta familia me lleva a la serie de dibujos Los osos montañeses que era lo mismo, o casi idéntico pero en dibujos. El padre era un holgazán de la leche y para ahorrar esfuerzo llamaba a su mujer: Oye ma... y ella a él: Eeeeeh pa... Se desplazaban a cámara lenta por lo cansados que estaban de no hacer nada. El osito y la osita niños, eran otra cosa. El caso es que esta familia era de otros hillbillies; digamos: campesinos, agricultores.

Esta serie deparará poca gente por aquí, así que no me importa hacer mención a The Hillbilly Moon Explosion y a los señores maestros de Notting Hillbillies que son los culpables que me haya distraído con estas tonterías de los nuevos ricos y los osos montañeses. Muchas gracias.