Latter Days es una pequeña película romántica que encontré un día por casualidad en un festival de cine gay. No voy a engañaros, no se trata de un clásico del séptimo arte. Está repleta de carencias: su corte de telefilme, sus manera de deslizarse hacia los tópicos (y caer en ellos), su estética californiana heredera de serie de televisión, que nos cuente una pequeña historia de amor entre una reina de la fiesta y un mormón, ahí es nada, siguiendo una estructura de lo más recurrente: el chico que es capaz de conseguir a todo aquel que quiera, se apuesta con sus amigos a que conseguirá acostarse con uno de los mormones que se han instalado en la casa de enfrente a la suya. En ese proceso acaba enamorándose de él, lo que desequilibra el mundo de ambos.

Creo que ya he visto este argumento en alguna parte.

Pero esta combinación, que en principio no presagia nada bueno, crea una pequeña joya. Una historia que por predecible no deja de ser hermosa. Lugares comunes con un ligero toque de aire fresco, de sinceridad, para contar la misma historia de siempre, pero protagonizada por "los otros". Y sobre todo con un acabado formal que la hace apta para cualquier aficionado a las películas románticas, y con un contenido cargado de buenos valores. Tolerancia, respeto, comprensión, sin resultar en ningún caso dogmática ni moralista.