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Voto de Antonio Morales:
5
Comedia Alberto es un simpático sinvergüenza. Separado de su esposa hace cinco años, ahora tiene tres amantes, a las que siempre les pone la excusa de no poder casarse con ellas porque sigue estando casado, y el divorcio no está permitido. Hasta que un buen día el divorcio se legaliza y su mujer regresa con la intención de que firme los papeles del divorcio. (FILMAFFINITY)
5 de agosto de 2016
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los buenos aficionados al cine, somos conscientes de que el cine no sólo es arte, reflexión o denuncia, también es industria, diversión y entretenimiento. Incluso es honestidad y respeto al público, al que no se le debe engañar, cada cineasta tiene sus virtudes, y el espectador valora lo que le proponen, si el que lo crea lo hace dignamente y sin pretensiones falsas, pues nada tiene más valor para un cineasta que ofrecer lo que se espera de él. Así era Mariano Ozores, un cineasta humilde que se daba por satisfecho con agradar a su público, sus películas no son las mejores del cine español, pero su cine ayudó a que muchos se olvidaran de sus problemas cotidianos pasando un rato divertido. No tengo ningún reparo en comentar un film de Ozores que si tiene una virtud es la de no aburrir.

En Julio de 1981 entraba en vigor una polémica entonces ley del divorcio, impulsada por el ministro de justicia de la UCD, Francisco Fernández Ordoñez. Estábamos en lo que se denominó la época del cine de destape y Mariano Ozores era el rey del cine comercial y de evasión de ese periodo, enseguida cocinó una comedia coyuntural, una sátira sobre el divorcio, muy polémica para la sociedad del momento desde un punto de vista desmadrado, y con abundantes desnudos que era la moda entonces, dentro de una comedia de enredo, vulgar y desvergonzada que el cineasta dominaba con maestría para lograr sus objetivos sin ninguna pretensión artística, más allá del humor casposo patrio.

Con un Andrés Pajares, en su estilo caricaturesco de comediante caradura que encarna a Alberto, un libertino de vida desordenada que lleva separado de su mujer 5 años y se dedica a la conquista de mozas de buen ver, de modo que tiene tres chicas distintas a la vez, a las que llama “Lunes”, “Miércoles” y “Viernes”. Así las cosas, un buen día se presenta su esposa (Africa Pratt) junto a su abogado y prometido, para que Alberto le firme los papeles del divorcio. Paralelamente a los avatares de Alberto, su padrastro, un magistral Juanito Navarro, en toda su salsa de cómico inimitable, pretende divorciarse aprovechando la nueva ley, de la madre de Alberto (Florinda Chico), pretendiendo instalarse en casa de su hijastro.

El argumento no es nada del otro mundo, más bien predecible, pero Mariano Ozores muestra su profesionalidad para urdir una trama divertida. Situaciones jocosas, escenas delirantes dentro del más puro estilo Ozores, humor grueso, donde no falta el inefable hermano Antonio, como Juez de instrucción, de vida poco presentable también. Los gags están muy logrados dentro de su sencillez algo grosera con aire de revista. Una película simpática y ligera para estas noches de verano, que los sesudos gafapastas están de vacaciones en la costa, ligando con su verborrea trascendental, y la televisión programa películas de fondo de armario.
Antonio Morales
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