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Voto de Antonio Morales:
6
Intriga Una mujer es acusada de asesinato y juzgada por ello. Todo el jurado popular cree en su culpabilidad, salvo un hombre que hará todo lo posible por defender su inocencia. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2014
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tercer largometraje sonoro de Hitchcock, es, uno de los raros “whodunits” genuinos que rodó a lo largo de su carrera (con la expresión “whodunit” se refería Hitchcock a aquellas obras cuyo interés primordial se basa en el descubrimiento de la personalidad del asesino o generador del conflicto). Según el cineasta: “El «whodunit» (¿Quién lo hizo?) suscita una curiosidad desprovista de emoción, y las emociones son un ingrediente imprescindible para el suspense”. No obstante, y pese a la no excesiva simpatía que sentía el cineasta por este film, “Murder” es uno de los films nada desdeñables para la época. Ello no se revela como extraño con sólo analizar brevemente algunos puntos que el film contiene. En primer lugar, la presencia del falso culpable, una de las más evidentes y conocidas constantes de su cine y que aquí se impone como motor argumental.

Un autor teatral, John Menier (Herbert Marshall, actor que luego trabajaría en Hollywood) convencido de la inocencia de una presunta asesina – Diana (Norah Baring) – condenada a la horca por un jurado del que él mismo formó parte, se encarga por su cuenta de investigar el caso. El itinerario, más moral que físico, que conduce al protagonista hacia la vedad le sirve a éste, en una doble trayectoria, para quedar redimido ante sí mismo, y confirmando su sentimientos amorosos. Con ello, el cineasta consigue escenificar otro tema recurrente, que es la falsedad de las apariencias, que Hitchcock se encarga de establecer, a la manera de un juego.

Llegado a este punto, se hace preciso constatar la confrontación que se produce en el film en relación a dos formas de expresión: la teatral y la cinematográfica. Film sobre gentes de teatro, sobre la verdad y la falsedad, la realidad y la ficción, la vida y la escena, el loable empeño del cineasta por otorgar siempre primacía por lo visual. “Murder” fue, muy probablemente, un paso importante para un mejor futuro en la carrera cinematográfica del popular mago del suspense, pero que yo prefiero llamarle: uno de los mejores creadores de formas e imágenes del siglo XX.
Antonio Morales
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