Gordon Douglas fue un eficiente artesano con una larga carrera en Hollywood, aunque trató todos los géneros, es conocido por dos westerns muy interesantes, “Río Conchos” (1964) y “Chuka” (1967), y por un gran film de ciencia ficción, “La humanidad en peligro”, realizada el mismo año que este melodrama dulzón y previsible a la medida de la gran estrella del momento, Frank Sinatra que acababa de ganar el Oscar por su interpretación en “De aquí a la eternidad” de Fred Zinnemann.

“Young at heart” es el título del film, así como la famosa canción de Frank Sinatra que es el “leit-motiv” de esta romántica historia, muy deudora de los años cincuenta. Un melodrama sentimental con canciones y ambientada en un familia con arraigo musical, los Tuttle, con tres hijas casaderas a las que la llegada de un pianista cínico y escéptico, Berni (Sinatra), un hombre desorientado que busca un sentido a su vida, causará un cierto alboroto sentimental, junto a otro amigo compositor Alex, el joven encantador novio de una de las hijas, Laurie (Doris Day).

El cineasta cuenta con un espléndido plantel de actores secundarios, en esta película rodada en Estudio, una historia algo acartonada por el paso del tiempo, pues sus planteamientos han quedada muy obsoletos en el comportamiento de los personajes, demasiado sumisos y complacientes. Una película tan agradable como intrascendente, de buenos sentimientos y armonía familiar, de amores frustrados y futuro esperanzador.