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Voto de Antonio Morales:
6
Bélico. Drama Francia, 1918. El capitán Flagg tiene a su cargo una compañía de marines de mala reputación, en la que, además, el nuevo sargento primero es su viejo enemigo Quirt. Ambos se enfrentarán para conseguir los favores de Charmine, la hija del tabernero; pero esta rivalidad cambia completamente cuando ella muestra su interés por casarse. Finalmente, la compañía es llamada al frente y, a partir de ese momento, sus cómicas disputas darán paso a ... [+]
20 de abril de 2015
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que más admiro de Ford, es su clasicismo y sencillez narrativa, su inmunidad a contaminaciones intelectuales, su mirada limpia en los personajes, su modestia y humildad a la hora de hablar de sus películas, la humanidad de sus héroes. Siempre creyó en la elocuencia de las imágenes sin palabras, aprendida de Griffith, y en la superioridad de éstas sobre el mero diálogo.

Aquí dirige una daptación de una obra teatral – bastante famosa en su tiempo – de Maxwell Anderson y Laurence Stallings, que fue llevada al cine en 1926 de la mano de Raoul Walsh, “What Price Glory?” ofrece numerosas variantes en relación con el original y con su primera versión cinematográfica. Sobre esta segunda de John Ford, habría que decir que, en principio, la pretensión del Estudio Fox y del productor Sol C. Siegel era convertirla en un musical. Con los guionistas Phoebe y Henry Ephron, Ford la transformó no en el musical que inicialmente habían pensado Siegel y la Fox sino en una mezcolanza de comedia y drama, con dos o tres canciones. Según contó Lewis MIllestone, cuando acabó el film, Ford le dijo a Zanuck, el magnate de la Fox: “Si quieres canciones, las incluyes tú”, y se marchó.

Los tres personajes centrales del film son un oficial (el capitán Flagg: James Cagney), un suboficial (el sargento Quirt: Dan Dailey) la hija del dueño del bar de un pequeño pueblo francés a la que le gusta coquetear con los soldados (Charmaine: Corinne Calvet). Los dos hombres, separados por un feroz antagonismo y unidos por el respeto que cada uno tiene por la capacidad militar del otro, flirtean con Charmaine, lo que da lugar a una curiosa relación triangular que, finalmente, la guerra se encarga de resolver cuando ambos deciden dejar a la chica a cambio de ir a pelear con la tropa al frente. En el fondo de esa relación hay un cinismo y una acidez crítica que se advierten sobre todo en los diálogos y apuntan tanto para el ejército como hacia las relaciones humanas. Sin embargo, Ford se dedica a limar asperezas desde el principio, situando el enfrentamiento de los dos hombres en el terreno de una amistad viril mantenida a base de compartir el mismo amor por el alcohol y los puñetazos (anticipando lo que sería 10 años más tarde, Wayne y Marvin en “La taberna del irlandés”).

La película podría interpretarse como un melodrama en el que se interfieren elementos de comedia, pero también como una comedia en la que se interfieren elementos melodramáticos: hay espacio para el humor (las relaciones de los dos personajes masculinos) y para el dolor (los efectos de la guerra sobre soldados y mujeres). Destacar la estupenda fotografía en un color con reminiscencias pictóricas y la puesta en escena lúcida, sobria y clásica de Ford.
Antonio Morales
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