Hay grandes películas que por razones ajenas a su calidad se ven olvidadas, no solo a un fortuito pase televisivo o sino al destierro de no ser ni editadas para ediciones domésticas. Es curioso el caso que nos ocupa, porque realmente hay escasas películas clásicas de cine infantil que cumplan con cánones de calidad y éste género tiene mucha demanda. Los ochenta copiaban el espíritu de la aventura infantil y los reinventaba en un impulso de modernidad en los ya "clásicos" imperdibles (ET , Los Goonies Exploradores, Indiana,...).
¿Qué es pues lo que puede ocurrir a una película dirigida por un gran especialista como es Richard Donner (Superman, Goonies, Arma Letal...) que cuenta dos dos actores infantiles que lo bordan (Elijah Wood y Mazziano), un guión sólido y un potente mcguffin que se revela al final del relato?
Pues que no puede ser mala, entonces hay olvidos inexcusables.
Tom Hanks estaba en tránsito en aquel tiempo entre la comedia física , de gags, y el papel que le catapultó a estrellato, su papel dramático en Philadelphia, aquí hace de sosegado padre que cuenta a sus hijos su historia pasado con su hermano. Y esto en sí es una buena baza para empezar y terminar.
No se la pierdan por nada con sus hijos.
Asistimos cronológicamente a la afectividad y las grandes aventuras del día a día de dos hermanos con animales como la tortuga Sasom la tortuga o la inestimable pastora alemana Shane fiel protectora de los pequeños. Travesuras, comics, cine ,capas poderosas, pandillas, naturaleza, lugares secretos, y eso de cuándo de niño quieren pegarte otros sin tú saber porqué....
Es la parte dulce del relato, una que bien parece heredera del climax Disney, sobre todo la increíble construcción del rincón de los secretos. Pero este stembeckiano relato no es todo eso. (Continúa en spolier)