Dirigida por el irregular Michael Hoffman, que nos tiene acostumbrados a películas bastante interesantes, como El Sueño de una Noche de Verano o la oscarizada Restaruación, para luego adormecernos con una de este estilo, que parece interesante en un primer momento pero que luego sólo terminas de ver porque –como dice un compañero- sale la siempre preciosa Jennifer Connelly. Da bastante vergüenza ajena el doblaje a español de esta cinta, ya que Connelly tiene voz de mujer cuando no es más que una niña y mejor no hablamos del resto. Es interesante ver a un Patrick Dempsey tan joven e irreconocible y que ha mejorado tanto como actor, como físicamente. Ahora reconocido mundialmente por Anatomía de Grey. La música obviamente es preciosa, pero no sé si pega mucho en este caso, es una pena echar a perder esas obras de arte en un guion que resulta casi en todo momento soporífero. El caso es que la historia podría haber dado mucho más de sí. Le falta dinamismo y habría que revisar los diálogos tan estúpidos. Desde luego no va a pasar a la historia.

Lo único que merece la pena es Jennifer Connelly.

Género: comedia, drama, navidad…no tengo palabras para esta definición.

Opinión personal: sobra la historia de la abuela y falta más chicha con las mujeres de la casa. Así podría haber resultado una comedia típica del genio Allen. Pero no todos son él.