Ya tenemos con nosotros la tan esperada décima temporada de American Horror Story: Double Feature. Murphy y Falchuk vuelven a las andadas. Estos dos se lo pasan en grande, estoy segura. Dos historias diferenciadas en las que es verdad, todo vale, pero yo me he reído un rato, especialmente con esa segunda parte, que es genial y bastante original. No obstante me quedo con los cinco primeros, pero porque el tema me ha gustado muchísimo. Mucho más profunda la reflexión que hace sobre esa pastilla para las personas que creen que pueden ser extraordinarias pero necesitan abrir la zona del cerebro donde se localiza la creatividad y las consecuencias que puede haber si descubres que en realidad eres una persona normal, o incluso mediocre. Tiene que ser verdaderamente frustrante conocer esto. Todas las metáforas que aparecen me han encantado. Ni que decir que adoro a todos los actores, ya conocidos. El guapo Finn Wittrock, interpretando a un escritor de guiones completamente bloqueado. La magnífica Lily Rabe como su mujer embarazada; nuestra querida Sarah Paulson, Evan Peters, Macaulay Culkin (que vuelve a la pequeña pantalla con fuerza), Billie Lourd (otra de las favoritas de Murphy) y Frances Conroy están espectaculares, como acostumbran. La visión que tienen nuestros guionistas favoritos sobre el tema que trata me ha gustado mucho. Una fotografía y una BSO excelentes. La segunda parte, a pesar de haberme hecho gracia toda la idea, me ha resultado más pesada. Me ha costado un poco más terminarla, pero no es lo peor que han hecho estos dos. Volvemos a ver un actor que me tiene completamente encandilada, Cody Fern, pero por lo demás no la volvería a ver. Le pongo un 7 haciendo una media diferenciada.