19 de agosto de 2019
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Película singular, y sin duda alguna de gran envergadura la que aquí materializa Paul Schrader, un personaje de referencias míticas y toda una rara avis del cine actual.
Partiendo de una desnudez y economicidad estética cuasi dreyeriana, se nos muestra dentro de un contexto triste y desamparado como se desarrolla la relación y evolución personal de unos protagonistas a priori muy opuestos.
Seca, profunda, reflexiva, el protagonista principal, Ethan Hawke, encarna un personaje solitario, enfermo y atormentado, de forma excepcional.
Difícil de clasificar, es desconcertante, especialmente en su final, que solo espero que redima a su protagonista.
No duden en verla, sufrir .... y desconcertarse
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