Remake de una telepelícula de igual título (en inglés) que protagonizó Kate Jackson, quién aquí se ocupa de un personaje secundario como directora. Jenny (Irene Contogiorgis) y Beth (Shannen Doherty) nacieron con unos extraños poderes psíquicos, tras la misteriosa muerte de Jenny su hermana se matricula con una identidad falsa para investigar el entorno de esta. Una vez allí comienza a tener pesadillas en las que ve ritos satánicos a la vez que comienza a sospechar de varias compañeras de estudios.

Uno de los mayores defectos de Satan School es un guión flojo y descafeinado (con un precipitado final y unos personajes desdibujados) y una estática dirección en la que Leitch se dedica simplemente a intercalar planos cortos y planos generales. Tampoco ayudan sus efectos especiales, los cuales dejan en evidencia su bajísimo presupuesto. Resulta una lástima que lo podría haber sido una curiosa mezcla de Carrie y Jóvenes y brujas (The Craft) termine siendo un producto tan desigual.