Lorie (Shannen Doherty) es una atractiva joven que inicia una relación con Ed (William Devane), mucho mayor que ella. Todo parece ir bien hasta que él empienza a dar muestras de no tomarse demasiado en serio la relación, ello disgusta a la joven y comienza una obsesión enfermiza y destructiva. La temática de Más allá de la obsesión no es precisamente nueva, el cine ya lo ha explotado en múltiples ocasiones, no hay más que recordar Atracción fatal (Fatal Attraction), por lo que lo más interesante de esta telepelícula es su devenir y las actuaciones de la pareja protagonista. Devane realiza una acertada actuación, pero es Doherty (con el personaje más agradecido, interpretativamente hablando) quien demuestra mayor solvencia, realizando una interpretación ajustada y no cayendo en sobreactuaciones facilonas.

El resto ya está muy visto, ataques de celos, discusiones verbales y otras situaciones más extremas. Por ello es mejor centrarse en la manera en que se desarrollan dichas escenas (así como las interpretaciones), es decir, interesa más saber la manera en que terminan las primeras discusión que en lo que (obviamente) éstas derivan. De todas maneras, y teniendo en cuenta que lo indicado anteriormente supone el mayor handicap de Más allá de la obsesión, tan sólo señalar que en realidad estamos ante una correcta producción que deja un claro regusto a ya visto.