Road movie rusa convincentemente rodada y actuada. Los paisajes y la fotografía son interesantes, aunque el argumento resulta algo aburrido en algunas secciones (no es el único caso en el cine ruso, como puede atestiguar cualquiera que haya visto alguna de Zyvagyntsev o Sokurov). Resulta de especial interés antropológico por mostrarnos algunos usos culturales del pueblo Merya, de origen finés y asentado desde tiempos inmemoriales en las orillas del río Volga.
Si usted duda si verla fíjese que no le gustó a Boyero, ante lo cual sólo puede esperarse lo contrario.