Puede que alguien se acerque a esta película gracias a la versión musical que realizó Tim Burton en 2007 con Johnny Depp como el infame barbero asesino.

Esta cinta semidesconocida se inspira en una obra teatral, protagonizada por el mismo actor que da vida a Sweeney (Tod Slaughter, curioso nombre por cierto). Se cuenta la historia de un barbero que invita a un "acabado" a los marineros que llegan a puerto, provenientes de lugares exóticos en los que han hecho fortuna, con el fin de asesinarles y robarles. No contento con ello, suministra a la panadera (Stella Rho) "materia prima" para elaborar pasteles de carne para así deshacerse de los cadáveres... terror "british" por los cuatro costados.

El filme de George King se enriquece con el buen hacer de Slaughter, que hace de su personaje un psicópata siniestro y creíble. Si bien la narración adolece de cierta falta de ritmo, el relato está bien hilado y mantiene el interés hasta el final, con un clímax que recuerda al de algunas de las futuras películas de la Hammer Films.

Curiosa pero no destacable.