Barbra Streisand ha sido y es muchas cosas. Cantante récord en ventas, actriz dramática, comediante, directora, productora, diva temperamental y una fuerza en el género musical (sólo piensen en la energía que inyecta a "Funny Girl" con su interpretación), pero no siempre sus películas estuvieron a la altura de sus múltiples talentos. Lo que sí sucedió siempre es que sus películas fueron éxitos de taquilla, muy populares durante las décadas del 70, del 80 y hasta principios del 90. Por este motivo, es sorprendente el hecho de que en un sitio cómodo, casi imperturbable, de su filmografía se encuentre "Casada en Nueva York" (1972), su película menos conocida y menos taquillera pero, paradójicamente, la más interesante de su carrera.

Con una rara modalidad de comedia, quizás un tanto adelantada para su época, y un mensaje feminista de alto impacto que no ha perdido vigencia, "Casada en Nueva York" es, sin duda alguna, una experiencia chocante desde su tono hasta su estructura. En efecto, tonalmente la película posee ese aire a comedia inusual que se puede apreciar en cintas de Bogdanovich ("Luna de papel"), Altman ("Tres mujeres") y los hermanos Coen ("Arizona Baby"). Además, el patrón estructural de la cinta es un tanto borroso en la medida en que el guión no tiene reparos al momento de dar un mismo tratamiento a las secuencias de fantasía y a las de realidad. Las escenas están filmadas de una manera realista que evoca los orígenes del cine independiente norteamericano y precisamente por ello el humor de "Casada en Nueva York" funciona excelentemente bien. Es el choque entre el realismo de las escenas de la vida cotidiana y el delirio de las fantasías del personaje principal lo que genera un valor agregado para beneficio del espectador. Esta película de Irvin Kershner es un clásico escondido en el punto más recóndito de la videotienda, una obra rica en ideas, decididamente inusual y depositaria del espíritu de una época tanto a nivel artístico como social.

Nota aparte merece la estrella de la película. Barbra Streisand siempre fue capaz de "robar cámara" y ser la persona que destacaba más en un film. "Casada en Nueva York" no es la excepción a esta norma y Streisand brilla en un papel difícil, sin una sola nota falsa y completamente en sintonía con la propuesta humorística de la obra. Margaret es una mujer que, luego de haber sacrificado su desarrollo personal por el bienestar de su esposo y sus hijos, queda embarazado por tercera vez y ahora sí cuestiona el peso de sus decisiones. En manos de Streisand, Margaret tiene una voz que la dignifica porque la actriz posee esa cualidad de estrella que le permite brillar por doquier, pero también el talento de una intérprete consumada capaz de transitar con eficiencia por la frontera de la comedia y el drama.