El padre Miguel (Andreu) es un atractivo y tímido sacerdote que atraviesa una fuerte crisis de conciencia y fe, asediado por deseos y pensamientos. Todo se incrementa cada vez que se encuentra con Irene (Roy), una bella mujer casada, tan religiosa como apasionada...
Cuantas más películas veo de Eloy de la Iglesia más me gusta su cine y más injusto creo se ha sido con el cineasta vasco. "El sacerdote" es un drama espléndido, atrevido y escabroso pero con todo equilibrio y justificación. De la Iglesia navega por las muy turbias aguas del espeso y enfangado universo de la Iglesia (fácil chiste redundante) y obtiene un notable retrato de un sacerdote atormentado, humano, pleno de debilidades mientras en su parroquia se desarrolla una no menos tormentosa e interesante batalla entre la Iglesia nacionalcatólica, rancia y conservadora y la nueva vía, abocada al fracaso, progresista y cercana (muy bien defendida por Gutiérrez Caba).
La película es un nada compasivo relato de lo eclesiástico, agresivo y profundo a un tiempo (gran guión de Barreiro) que despedaza legítimamente ese inmovilismo eclesial, su afán egoísta y dominante.
Andreu lo borda (continuas visiones, lucha titánica por la libertad) y Roy, además de sensual e irresistible, demuestra por enésima vez su gran categoría de actriz. Roza lo sobresaliente.