Producida por el inefable José Frade, un producto pseudocómico tan sumamente impresentable y de una gracia tan chusca y abominable que no sería exagerado decir que los señores Frade, Moleón y Murillo debieran ser suspendidos de la circulación cinematográfica durante un lustro por lo menos, para que se dedicaran a pescar gambas (por ejemplo). ¿Cómo es explicable que en 1993 se haga un cruce tan descarado y ya anacrónico entre la "comedia calzoncillera" de Ozores -hasta aquellas son grandes películas al lado de ésta- y las teleseries de humor de dónde han salido sus protagonistas? ¿pero todavía se cree el señor Moleón que va a ir la gente a la taquilla a ver dos tetas y dos culos cuando en cualquier americanada ya se lo dan?. Para eso que haga una comedia erótica e igual de chabacana si quiere, pero que haga algo. Es que en esta mierda no hay nada, ni quería haberlo, que es lo más grave.
Así, así, se hace cine español. Volviendo hacia atrás en el tiempo, al humor cavernícola y a los sudores fríos. Sí, señor, con dos cojones.