Berlín dividido de posguerra, un técnico en comunicaciones británico (Scott) es contratado por los norteamericanos a fin de ejercer funciones de espionaje sobre la zona rusa a través de un túnel subterráneo.
El material fílmico y literario aportado por McEwan es excelente y Schlesinger, director de talento ya demostrado en uno de los pocos thrillers brillantes de la modernez de los 90 ("De repente, un extraño"), lo explota con encomiable oficio y no poca inteligencia, logrando una película de claro formato y espíritu clásicos, de impecable factura, con fases específicamente brillantes (spoiler).
Considerable tanto como suspense de espionaje como melodrama a lo "Casablanca" (no parece una casualidad la presencia de Isabella Rossellini, hija de Ingrid Bergman) con un final de vocación y buenos resultados románticos (spoiler), convincente y sentido.
Solo me chirría la relación amorosa Hopkins/Rossellini.