Vaya tela!, pero tela eh.. Veamos, hacía mucho tiempo que no veía algo similar a esto, o más bien diría que en mi vida había visto una película que me dejara tan estupefacto como lo ha hecho este “Martyrs”, un film del francés Pascal Laugier, a quien también podemos conocer por de “The Tall Man”. Y digo, tela, estupefacto, atónito, porque justo desde el mismo instante en que comienza, con una niña semi ensangrentada huye despavorida por un callejón más o menos amplio, con la mirada destrozada y echando la vista atrás en algunas ocasiones, sintiendo todavía más pavor ¡impresionante!, deja claro que estamos ante un film interesante, y que te engancha justo desde el primer fotograma, pero no lo hace para saber que ocurre, porque esa secuencia me parece estremecedora con la cámara corriendo justo por delante de la chiquilla.. ella parece que sale del mismísimo infierno, y a partir de ahí el director nos deja bien clarito que esto no va a ser una fiesta de cumpleaños.

La sinopsis ya la conocéis, y sino pues la leéis por ahí, que las hay a cientos (y a miles). No estoy escribiendo esto para copiar la sinopsis, sino para intentar transmitir lo que a mi me han transmitido toda esta gente responsable de semejante filmación.

Llevo ya muchísimos años harto y más harto de las películas de terror yankies, con lo de siempre, unos cuantos sustos, cuatro asesinatos y siempre un héroe (generalmente chica) se carga al asesino tras ser perseguida arduamente en los últimos 20 minutos de película, eso sí, antes se ha cargado a todos los excursionistas, y, es que siempre son excursionistas que pasan el fin de semana, en la montaña, en el mar, o en una casa abandonada, que curiosamente tiene todas las comodidades, chimenea, luz, agua, camas, perfectamente amueblada, pero eso sí, está abandonada jejejeje… en fin.

Y como ya estoy harto pues no quiero mirar ni una sola película de terror americana, pero esta, amigos, ésta, es europea, y si The Tall Man me decepcionó, esta me ha entusiasmado por todo aquello que sucede a lo largo de todo el metraje.

No sé realmente ni por donde empezar, porque la historia da unos giros espectaculares llevándonos con gran inteligencia al desenlace final, y una vez allí (en el final) te das cuenta del porque todo lo que has visto anteriormente ha sucedido, y me resulta increíble, y sobre todo atroz.

La interpretación de las chicas es asombrosa, logrando una verosimilitud pocas veces vista en historias de ficción, de modo que todo lo que sucede en el film es absolutamente creíble, salvo algunos detallitos como el de la madre de la familia que aparece en la película. Sí, hay asesinatos, pero son naturales (naturales no sería la definición pero no se me ocurre otra), a quemarropa, sin dilación, sin gritos, ni un solo por favor, tremendos!!! Atroces!!!.

Un film donde las miradas lo dicen absolutamente todo, una interpretación maravillosa y una dirección de actores majestuosa, en escenas realmente muy difíciles… no hay que olvidar que filmar este tipo de escenas y soportar el mismo climax de horror durante toda la filmación es realmente complicado.

Espero no haber desvelado ni un solo detalle de la película, que merece muchísimo la pena y que recomiendo a todo aquel que le guste el cine de terror bien hecho, sin sustos, sin puertas que se cierran misteriosamente, únicamente debes mirar a través de los ojos de las interpretes y sentir el miedo infrahumano al que el ser humano puede ser expuesto en cualquier momento, aun así sigo pensando que la realidad supera a la ficción, pero es que ésta película se acerca en demasía a alguna situación real.

En resumen ¡excelente!.. ni lo dudes, mírala y disfruta, de veras.

He tenido la suerte de ver ésta película en VOS (ya se sabe, versión original subtitulada), y digo suerte porque escuchar a Freeman recitar este espléndido guión es un añadido más a esta excelente película dirigida por el veterano (y gran) Rob Reiner, no olvidemos que dirigió aquella maravilla llamada "Cuando Harry encontró a Sally" allá por 1989, y ha llovido bastante.

Esta película nos cuenta la historia de un hombre ya más o menos mayor que está amargado desde que su esposa murió y solo encuentra consuelo en el whisky (lo bebe como el agua) y viviendo de su pasado como escritor de westerns y anclado en uno de los personajes de ficción recreado por el mismo.

Su sobrino le encuentra un lugar para poder pasar las vacaciones y de paso intentar reanimar su instinto como escritor, algo que lleva muy dentro. Escribe en una vieja máquina de escribir, con una sola mano, pues es paraplejico (no desvelaré porque), el mismo explica en una escena como queda en ese estado.

Sus vecinos son 3 mujeres... una recién divorciada Charlotte O'Neill (Virginia Madsen) y sus tres hijas Willow de 15 años (Madeleine Carroll) Finnegan de 10 años (Emma Fuhrmann) y Flora de 6 ( Nicolette Pierini) con las que pronto va a encontrar una especie de afinidad, sobre todo con Finnegan (maravillosa Emma Fuhrmann) que pronto entabla un poderoso vínculo con Monte (Freeman).

La película transcurre mágicamente a través de un excelente guión que va a acercando a Charlotte y a Monte cada vez más, con escenas magistrales adornadas de frases lapidarias que engalanan todavía un poco más el más puro sentimiento de amor que destilan por los cuatro costados en casi todas las escenas.

La forma de hablar de Monte, la asombrosa mirada de Charlotte y sus sorprendentes reacciones dejan claramente un sello inequívoco de dos grandes actores en la historia del cine.. un guión solo al alcance de unos pocos. Mi más sincera enhorabuena por el casting en estos 5 personajes que lo bordan, todos ellos a su manera.

Pero yo quisiera destacar a Finnegan (Emma Fuhrmann) la niña de 10 años que enamora a toda la sala, pero sobre todo a Monte, quien a pesar de su amargura queda prendado de la maravillosa mirada de la niña, de la gran expresividad de su rostro y sobre todo de como marca los tiempos (perfecto) en todas sus frases.

Todo esto supone un gran cambio en el interior de Monte, quien cuenta se da de que algo le está sucediendo... el resto se lo dejo a ustedes.

No se la pierdan, es una gran película, sin más historia que una gran dirección, un guión magnífico y una interpretación insuperable de todo el elenco ¡Magnífica!

Nota: Por descontado que en VOS, gana muchísimo.

La vi hace muchos años, y ahora (después de verla de nuevo) ya recuerdo porque no me acordaba de ella. Me da igual si es John Ford el director o si el sobre valoradisimo John Wayne realiza uno de los mejores papeles de su carrera.. madre mía, como serán los otros, porque yo veo a Wayne con el mismo rostro, la misma mirada y las mismas poses en todas sus películas, y es cierto que en esta el gran Ford logra planos imponentes de su rostro y figura.

La verdad es que la película tiene planos maravillosos, una soberbia puesta en escena, brillante fotografía con hermosos atardeceres. La luz juega un papel importantisima en esta película filmada en Vistavision y es deleitable su visión aunque solo sea por eso.

Antes de nada quiero comentar que en mi ciudad han tenido la gran idea de reponer clásicos en VOS en la gran pantalla y no he dudado ni un segundo en ir a ver esta película, pues me hacía una especial ilusión verla en la gran pantalla. Con ese detalle me siento afortunado, porque a pesar de que la película me decepcionó soberanamente no pude evitar emocionarme con el visionado de este film.

¿Por qué dos puntos? Bueno, es que en mi opinión si veo una película y el guión es tan absurdo, payasesco e intolerable como el de esta película me es imposible darle más puntuación que un pírrico 2. Los diálogos son una aberración y un insulto al espectador lo mires por donde lo mires. El supuesto humor de comedieta yanki roza lo que viene después de un ridículo espantoso. Los personajes son para echarse a llorar, pero todos y cada uno de ellos sin excepción. Se pasan casi toda la película gritando y sobreactuando en todas las intervenciones. No hay ni un solo diálogo digno de una película con tanto bombo. El amiguete que acompaña a Wayne durante la friolera de 10 años en busca de la sobrina "comanchizada" me produce un sonrojo continuo.

Y ya no hablemos de los múltiples comentarios racistas de Ethan (John Wayne) a lo largo y ancho de todo el metraje. No entiendo como una gran actriz como Vera Miles acepta protagonizar a la lamentable Laure Jorgensen y sus insoportables lloriqueos esperando al amor de su vida que no hace más que largarse tras el culo de Wayne. Y por supuesto que no falta el tonto de la película haciendose el gracioso, y la verdad que solo da ganas de llorar.

Hay escenas increíbles y que hieren la sensibilidad de cualquier cerebro más o menos decente. La escena en que disparan a través del río son las más absurdas que jamás pude ver, o en aquella que la pareja de turno se meten en una cueva y supuestamente se cargan a más de 30 comanches, perfectamente armados y todos con caballo, eso sí, solo vemos morir a 3, el resto nos lo tenemos que suponer, porque en la siguiente escena aparecen sanos y salvos. La escena de la pelea entre los dos pretendientes a Laurie mejor prefiero ni comentarla.. no se puede tener menos gracia en una pretensión de conseguir justo eso mismo, ser gracioso.. penoso.

Para rematar la faena vemos la escena en que atacan a los indios en sus tiendas en las que no se ve un solo indio ¿dónde estaban?, porque por lo que parece los blancos atacan de forma suicida pero no vemos morir ni a un solo indio, ni siquiera aparecer, estarían de camping por otro lado. Y bueno, lo de la caballería y el patán del teniente hijo del coronel es lo más triste y sonrojante que he visto en muchos años.

Lo siento señores, pero si ésta fantasmada es una obra de arte me deja seriamente preocupado. Aunque yo, eso si, sigo a lo mío.

Una de las mejores películas que nunca pude ver, sean del género que sean, el cine es cine en todo su esplendor y "Los puentes de Madison" es cine con letras Mayúsculas. Todas las escenas en que la que esta pareja de maduros aparecen nos deleitan con un sinfín de guiños al amor, casi sin palabras, solo las miradas son más que suficiente como para transmitir al espectador toda la grandeza del amor, o lo que es lo mismo, del flechazo puro y duro al que se ven sometidos tanto Robert como Francesca, en especial la Streep, que ve como su vida monótona y aburrida se rompe con el más afilado de los cuchillos con la aparición de este fotógrafo veterano del National Geographic.

Francesca descubre que su interior esta lleno de bestiales emociones, luchando contra si misma por romper con ellas. La interpretación es magistral, y aunque son ya muchos los visionados todavía me pregunto si es ficción o realidad, porque eso es lo que consigue Eastwood con su potente dirección, hacer que el espectador se haga claramente partícipe de esta bellísima historia de amor, totalmente atemporal.

Película de una brutal sencillez, pero que cuenta con escenas memorables como la del semáforo, o cuando abraza los libros de su amor perdido.

Una obra maestra del cine moderno sin ninguna discusión, no hay que ponerle ninguna traba, es sencilla y directa, y en mi caso dejó marcado para siempre mi corazón, gracias Clint.

Y bueno, no se me ocurre otra cosa que decir que "El exorcismo de Emily Rose" es una magnífica película de terror, donde la trama judicial nos evade de una forma claramente inteligente de la angustia que Derrickson nos muestra de Emily. Ambas situaciones se conjugan de una forma brillante mediante unos inquietantes y aterradores feedbacks.

La actuación de Laura Linney es absolutamente increíble dándole una credibilidad asombrosa a su personaje, las escenas donde es poseída y sufre ataques epilépticos son de gran sinceridad e inyectan apabullantes dosis de terror, gracias a la magnífica fotografía del gran Tom Stern, enfundada en acertados "feedbacks" que dejan al espectador absorto y estupefacto. No es necesario matar y degollar a un grupo de adolescentes para hacer una película de terror, y esta lo es, del bueno, del que ya no se lleva, y para colmo algunos se atreven a preguntar ¿dónde está el terror? y ¿que es el terro?, "El exorcismo de Emily Rose" es terror para una historia ciertamente terrorífica.

No es una obra maestra, pero si queda en mi particular disco duro que un tal Scott Derrikson tiene mucho talento para rodar escenas de miedo, y que la poseída Laura Linney es una actriz como la copa de un pino, con un futuro prometedor, que me obliga a seguir su pista de forma obligatoria.