Tras la magistral Klaus la archiconocida plataforma nos ofrece esta gran película de animación, diseños coloridos y personajes memorables, desde los hermanos Willoughby hasta los egoístas padres, pasando por su niñera Linda, la única que realmente parece querer y preocuparse por ellos. Aunque se trate de una obra infantil, está repleta de momentos y situaciones que hasta el más adulto puede sentirse identificado, como el deseo de tener una familia mejor, el drama de los huérfanos y las heridas que no sanan, pero sin nunca faltarle un toque cómico a la historia, con un humor de lo más absurdo y efectivo que se complementa con una animación de última generación, profesional y buenas transmisora de los sentimientos de sus protagonistas, dejando un mensaje cálido y tan real como la vida misma.
En definitiva, mirad The Willoughby, con la familia si es posible. Un entretenimiento para niños, pero una lección para todos.

Mucho se ha dicho de esta película, pero aún así no puedo evitar comentar sobre su grandeza una vez más. La música, ambientación, reparto, historia...Todo brilla de una forma impresionante, al mismo tiempo que el desarrollo de los acontecimientos te mantiene atento en todo momento, siendo espectador de un verdadero canto a la esperanza, a pesar de que todo se ponga en contra, abandonando efectismos de ningún tipo y por medio de un relato que, huelga decirlo una vez más, te cautiva hasta el último momento. Tim Robbins, encarnando a un banquero encarcelado por matar a su esposa, esta excelente, quizás como nunca antes. Y Freeman, como siempre, se sale. Pero son todos, sin faltar ni sobrar ninguno, los que contribuyen a que Cadena Perpetua se convierta en una de las cintas más poderosas de los 90 y quizás de la historia. Una joya que con cada revisionado gana enteros, un agasajo fílmico que motiva y te empuja a salir adelante. Y es que la esperanza es algo bueno, y lo bueno nunca muere. Si, he parafraseado a Robbins.

Es verdad que la presente cinta puede presentar y abusar de las mismas herramientas del "horror" actual, como escenas de tensión que desembocan en sustos de muerte o en escenas llenas de sangre y horror, rayando la repugnancia, pero al final logra su objetivo: entretener, meterte el mayor miedo posible mientras dure y que estés constantemente inquieto en tu butaca, sin poder apartar los ojos de la pantalla, deseando que va a pasar a continuación. Con la típica historia de casa poseída por el demonio y de gente inocente y joven habitando en ella como trasfondo se puede decir que Annabelle Creation supone un buen pasatiempo palomitero, siempre y cuando no seas muy sensible a cierta cosa de color rojo. No es en absoluto algo por encima de la media, pero suficiente para distraerte un poco.