Innecesario remake de la serie de animación japonesa llamada Basilisk. Si en el dibujo animado, los personajes son profundos y bien definidos con un sin número de motivaciones y aristas, en la película no son más que máscaras apoyadas en pésimas actuaciones. Por ejemplo, el villano Tenzen, quien era de temer por su inteligencia, habilidad de manipulación y su portento físico, en Shinobi no es más que una marioneta bidimensional con una ridícula peluca gris. Lamentable pero exitoso intento por destruir una historia que ya estaba bien contada en su versión original.

En algunas ocasiones el ver cómo se causa dolor a otros en un film atrae a los espectadores (si llega a ser un recurso bien utilizado) ya que ayuda a saciar el morbo que todos tenemos. Esta no es una de esas raras ocasiones: la crueldad gratuita e innecesaria utilizada en contra de los animales presentes en Seom, usada dudosamente como efecto especial, no ayuda al desarrollo de la historia y sólo deja tras de si los cadáveres de peces y aves como si fueran envolturas de dulces arrojados al piso. Es increíble que el director Ki-Duk Kim haya tenido que pasar por Seom para lograr una película mágica como Bin-Jip.

Siendo justo, los efectos visuales están bien logrados y las coreografías marciales por lo menos huelen a cine oriental (aunque las patadas voladoras no terminan de convencer de que causen algún dolor).

Por otro lado, es increíble la manía que tienen los productores de Hollywood por incluir a personajes innecesarios interpretados por 'gringos teenagers' para facilitarles al público la digestión de una historia lejana a su cultura (ya lo hicieron agregando al lamentable Tom Sawyer en la Liga de Caballeros Extraordinarios creada por el semidiós Alan Moore, y en la tristemente célebre El Ultimo Samurai). Esto refleja fielmente el pensamiento estadounidense de 'el mundo es USA'.

El guión en sí, me recordó a la búsqueda llevada a cabo por Dorothy y compañía en El Mago de Oz, donde al final cada héroe recibía exactamente lo que estaba buscando (en este caso inmortalidad, venganza, libertad y un boleto de regreso a Nueva York). Sirviéndose de frases hechas y clichés refritos, la historia a duras penas sale adelante, y nuevamente le facilita al espectador la digestión al no presentar ningún giro argumental ni sorpresa que no se vea venir.

Las actuaciones de Jet Li, Jackie Chan y Michael Angarano son regulares, pero no puedo evitar decir que si todas las mujeres actuaran como la heroína y la villana de la película, se le debería prohibir a las féminas acercarse a menos de 100 metros de un estudio de grabación bajo pena de muerte (afortunadamente aun existen actrices de verdad).

No quiero hablar del diseño de vestuario, sólo decir que los personajes siempre parece que estuvieran disfrazados y los actores notablemente incómodos, sobretodo Jackie Chan con esa peluca y los soldados con sus armaduras.

Sobre la dirección no tengo nada que decir, sólo recalcar mi desprecio hacia Rob 'Stuart Little' Minkoff.