En 1983 Jacinto Molina/Paul Naschy, dirigía una de sus películas más emblemáticas. El film aunque enmarcado dentro del género del terror, también contiene elementos de cine de aventuras y de espada y brujería. En su historia tienen cabida maldiciones familiares, brujas, hombres lobos, samuráis y espectros.
Realizada en coproducción con Japón es sin lugar a dudas una de la películas más ambiciosas de Naschy. Nos encontramos con un diseño de producción estupendo, al igual que sus interpretaciones, sobre todo Shigeru Amachi, como el sabio encargado de encontrar remedio a la terrible maldición que arrastra Waldemar. Todo aquel que esté acostumbrado a los montajes frenéticos y a los efectos infográficos de hoy en día, es evidente que la encontrará desfasada. Aún así eso no le resta méritos a esta estupenda película fantástica, en todos los sentidos de la palabra, dirigida y protagonizada por un pedazo de artista, que dedicó toda su vida dignificar un género, el fantástico, muchos años antes que Balagueró, Plaza o Amenabar, por citar algunos ejemplos. Merece la pena verla, y descubrir que en este país, hace más de 20 años, hubo algo más que las películas de Pajares y Esteso. Un tipo de cine distinto y de calidad.

Presentada como secuela de "The twins effect", la película solo tiene en común con el anterior título algunos de sus protagonistas principales y que en la dirección vuelve a estar Corey Yuen esta vez acompañado de Patrick Leung y no de Dante Lam. Aquí los malos no son vampiros como en el anterior film. En esta ocasión se nos presenta una sociedad en la que las mujeres tienen la hegemonía y los hombres son esclavos, y en la que un grupo de jóvenes intentará cambiar las cosas y hacer que se cumpla una antigua profecía. Nos encontramos ante un film de aventuras y artes marciales, que evidentemente no es "Tigre y dragón" ni tampoco pretende serlo. Aquí se trata solamente de entretener, y se consigue solo a medias. Las coreografías de las escenas de acción están bien resueltas, no pudiendo ser de otra manera si tenemos en cuenta que tras ellas está Corey Yuen, y el publicitado duelo entre este y Jackie Chan no decepciona. Sin embargo no es suficiente para levantar un film que depara pocas sorpresas y que tiene como lastre un humor demasiado infantil. No está a la altura de otras películas que de una u otra manera han tratado ideas similares, como por ejemplo la secuela de "La novia del cabello blanco" de Ronnie Yu.

Desaparecido del mapa desde G.I. Joe resulta gratificante volver a encontrarse a Stephen Sommers en esta entretenida Odd Thomas, cazador de fantasmas. Un film alejado de las grandes superproducciones a las que nos tenía acostumbrados pero no por ello desprovisto de encanto. Cierto que el film depara pocas sorpresas y que es un pastiche de referencias ya vistas, pero no por ello deja de ser disfrutable. Tiene buena factura y interpretaciones correctas. Es una serie b más cercana en su espíritu al que para mi es el mejor film de Sommers, la estupenda Deep Rising, que a los excesos de Van Helsing. No es una película redonda ni mucho menos, ni aspira a ser más de lo que es, un film para pasar un buen rato y poco más pero por lo menos no engaña a nadie. Y señalar que no por haberse estrenado directamente en formato doméstico es peor que muchos films que gozan de más publicidad y distribución y luego no superan ninguna expectativa. En resumen, un film fantástico-juvenil recomendable.

La noche del virgen parte de una premisa interesante, aunque dicho sea de paso no demasiado original. La historia de Nico, ese joven dispuesto a perder la virginidad la noche de fin de año, que acabará conociendo a una enigmática mujer que convertirá dicha noche en un infierno, prometía más de lo que al final acaba dando. Todo, por lo menos para mi, acaba funcionando mal. El protagonista de la historia es un personaje que no causa ningún tipo de empatía.Te importa bien poco que le ocurra. La historia no tiene claro si en una comedia o un film de terror y es obvio que no es ninguna de estas cosas. Pocas risas la verdad, que busca a través de unas escenas escatológicas sin gracia alguna.El film contiene referencias a varios filmes y una más que evidente es el Peter Jackson de sus inicios,pero a diferencia de lo que vemos aqui, Jackson si supo mantener un buen equilibrio, sobre todo en Braindead, entre lo cómico, lo escatológico y lo terrorífico. Otro factor que juega en su contra es la duración de la película, sobra bastante metraje, y algunas escenas se alargan demasiado llegando a desesperar, en el peor sentido de la palabra. Al final el film acaba siendo mas pesado que un perro en un perol. Quizás hubiera sido mejor si hubiera sido un corto...o no...o vete a saber.

Trás el éxito que supuso Gremlins, era previsible que llegarían multitud de films que intentarían aprovechar la formula empleada por el gran Joe Dante. De entre todas estas producciones destaca sin lugar a dudas este film dirigido por Stephen Herek en 1986. Bien es verdad, que no llega a ser tan redonda como la película producida por Spielberg pero posee suficientes puntos buenos como para no ser una más a la sombra de la misma. Cuenta con un estupendo reparto encabezado por Dee Wallace Stone, recordada por ser una presencia imprescindible en el fantástico de los 80(a las seminales y mencionadas Cujo, E.T, Aullidos, añadir Las colinas tienen ojos en su versión original de 1977). La acompaña un jovencísimo Scott Grimes, actor que hemos visto de adulto en series como Urgencias y Hermanos de sangre, o más recientemente en el Robin Hood de Ridley Scott.El film posee todo el encanto del buen cine fantástico de los 80, buen ritmo y un guion divertido en el que a los terribles Critters hemos de sumar ese par de cazadores intergalácticos, que destrozan más que los simpáticos bichejos. Pese a contar con tres secuelas más, solo su segunda parte, que reunía parte del cast original merecía la pena. Un film recomendable no solo a los nostálgicos, sino a todo aquel que quiera pasar un rato divertido y descubrir una película que sigue teniendo el cariño de muchísimos aficionados al género.