Finalmente, no me trago el final, en el que la Biel se va con su suegro y el hijo, tan contento, es aceptado como el hijo pródigo por la antigua novia. (¿¿Sucedió en la tradicional y clasista Inglaterra de entreguerras??). Ni el padre lo haría, ni el hijo lo admitiría, ni la novía lo aceptaría, ni....

Es una pelicula que resulta un poco lineal, quizá por su fidelidad a la novela en que se basa, o por voluntad de la realizadora al pretender mostrar la vida en aquellos momentos como pendiente continuamente al boiede de la desgracia. Hasta tal punto que pasa por encima y como evitándolos en dos momentos climax, el primero cuando encuentra anudado el chal que dejó en el bosque, lo que significa que el esposo de Rosa está vivo, cosa que sólo se desvela posteriormente y de pasada con la referencia de ella a la forma de anudar de su esposo; y el segundo cuando León le cuenta al sacerdote su responsabilidad en la muerte de la hermana de éste, momento en que ni siquiera se ve, no ya el rostro, sino la reacción del sacerdote.