¿No era que sólo podía quedar uno? ¿Y como es que han hecho tres películas más tras morir todos menos MacLeod? Me parece una abominación que esta serie haya llegado a la cuarta película.

No quería ver esta película, y mucho menos tras perder la fe en que la saga podría ser como la primera al ver la dos y la tres, pero me pudo la curiosidad... y maldita curiosidad. Giros argumentales inverosímiles, flashbacks a cascoporro y un Christopher Lambert que yo no está para esos trotes. Me pregunto quién iría al estreno de esta película aparte de los familiares y amigos de los responsables.

En resumen: serás más feliz sin ver esta última parte (que además no es la última, porque hay proyectada una trilogía televisiva con Duncan como prota)

Aún me pregunto como siquiera se hizo serie...

A punto estuve de dejar de ver la película por lo sosa que es al principio, llena de gags absurdos pero, a mi entender, nada divertidos. ¡Menos mal que no lo hice! La película va ganando en humor y el tramo final, totalmente disparatado, es de lo mejor de Gene Wilder.
No obstante, si viste "El jovencito Frankenstein" puede que te quedes decepcionado, ya que a pesar de tener mucho reparto similar no es tan buena.

Pues nada, segundo calco de la película de Alex Proyas. Distinto prota, distinta trágica muerte... pero igual que la primera.

Además, al igual que en la segunda, se pierde ese toque gótico que la distinguió en su día, aunque ésta es sensiblemete mejor.

En definitiva, cinta totalmente prescindible en cualquier colección, no aporta nada nuevo.

Y más después de ver este documental. Es increíble ver lo plano que tienen el encefalograma los adolescentes estadounidenses, la importancia que tiene la popularidad, el stress absurdo al que se ven sometidos... y lo más increíble es que, realmente, ¡los estereotipos se cumplen!

Pero que aquí no se salva ni el apuntador, ojo, que los padres también son de traca. Normal, llevan generaciones y generaciones comportándose bajo el mismo patrón.

En resumen, me he reído mucho y me he asustado mucho, porque el control de la primera potencia mundial reside en manos como las de los personajes de este documental. ¡Que Dios nos ampare!

Y una película de intriga que no engancha, no puede ser buena. Es muy lenta, y el final predecible. Las actuaciones eso sí, me gustaron, pero si la historia no acompaña... se convierte en un film pasable.