La idea de revivir una y otra vez la misma historia con pequeños cambios nos voló la cabeza en El Efecto Mariposa y desde entonces se ha vuelto a abordar una y otra vez, cada vez con menos éxito entre los espectadores. Entonces, ¿por qué valdría la pena ver esta serie?

Si bien a nivel argumental esta repetición de vidas no sorprende demasiado; sí permite desplegar un inmenso abanico tanto de recursos actorales de su elenco como de reflexiones políticas sobre la guerra, el rol de la familia, el rol de la mujer, la violencia doméstica, la importancia de la educación, etc.

Nunca vi tan bien plasmado en una película lo desesperante de un encuentro familiar. Para terminar de colmar el vaso de la desesperación se suman la post crisis del 2001 y el sentimiento tercermundista. Esta película costumbrista logra con creces lo que se propone. No obstante, como el mismo costumbrismo tiende a imponerlo, es lenta y con un climax muy poco explosivo. Los chistes, anclados en el patetismo, pueden producir más ganas de llorar que carcajadas.

Las actuaciones son excelentes. Destaca sobre todo la actriz que hace de la madre.

La primer temporada es un drama narrativamente impecable. Tenemos una protagonista clara, unidades bien definidas, seguimos una doble narrativa a la vez romántica y policial, todos los personajes están desarrollados con profundidad... Y DESPUÉS LLEGA LA SEGUNDA TEMPORADA

La segunda temporada es un compendio de cosas que no hay que hacer cuando casi la mitad de tu elenco protagónico firma contrato con otras productoras. Y, para peor, intentaron cambiarle el tono de drama policial a... ¿comedia dramática?

Confieso que me reí bastante con chistes aislados de la segunda, pero antes de haberse asentado narrativamente, ya se había terminado la temporada. No me sorprende que la hayan levantado para darle el espacio a una serie sobrenatural que, según los propios programadores de la BBC2, "se sentía más real".

La verdad es que argumentalmente el planteo no tiene ni pies ni cabeza y es súper inverosímil en cada uno de los giros que propone. Resumidamente, Luna Salvaje vendría a ser la versión low-cost, mal actuada y cringe de The Handmaid's Tale. Lo raro es que hacen un esfuerzo sobrehumano por enmarcar la historia dentro de la realidad argentina del 2000 en vez de en un futuro distópico y, claramente, queda todo muy forzado.

A pesar de lo anteriormente dicho, las actuaciones del elenco femenino van de muy dignas extras haciendo de enfermeras o policías a una inmejorable villana compuesta por Millie Stegman. Si alguien está interesado en el estudio de villanas melodramáticas, debería ver Luna Salvaje sin pensarlo dos veces. De lo contrario, no siento que las actuaciones femeninas lleguen a compensar lo desastrozo del resto de la propuesta.

La historia que cuenta es interesante, actual, relevante y está bien contada. Consigue hacer que la serie siga valiendo la pena a pesar de las malas actuaciones de su elenco protagónico, que pocas veces muestra algún tipo de emoción y casi siempre modula tan mal que los propios argentinos agradeceríamos que la serie viniera con subtítulos. Así y todo, Luis Machín y algunos actores de reparto (Ajaka, Bassi, Krakov, etc.) sí realizan un buen trabajo de interpretación.

Se nota una cierta intención de promocionar distintos lugares del país, con hermosas pero no demasiado pertinentes tomas prolongadas de paisajes y viajes en auto, en bote y en avión. Por el contrario, no parece haber habido gran preocupación por mostrar a los personajes con el acento de las distintas regiones: absolutamente todos hablan como si vivieran en Buenos Aires.