Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Mageterito
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
7
10 de septiembre de 2011
27 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese es el color que te queda grabado en la mente después de visionar esta historia. El sucio barro y la lluvia, los uniformes de la SS, la muerte y la injusticia.

El testimonio de un anciano que ha perdido a un amigo en un supuesto suicidio y con el que compartió la represión nazi, alerta a un joven periodista - interpretado por Jon Voight - sobre unos hechos ocurridos durante el holocausto. Decidido a investigarlos el protagonista se ve inmerso en una trama cuyo desarrollo conduce a un final realmente sorprendente. Es por esto, que la película, conducida con una agilidad notable, mantiene una tensión constante, acompañada por momentos históricos que los personajes se encargan de recordar con el dolor propio del que ha sufrido el tormento. Como contrapunto, los ex-integrantes de la SS se encargan de dar su versión cínica y particular de su "ideal" de sociedad, lo cual ayuda a mantener el fuego sobre la trama, dando a la historia una fuerza visceral de la cual el espectador no puede mantenerse al margen.

El valor real de la cinta es su poder de transmisión de sentimientos a través de los recuerdos de los personajes, la decepción por una sociedad destinada a olvidar sin castigar y el abandono que sufrieron las víctimas. El conjunto está acompañado por una notable ambientación y localización de escenarios, mezcla de la tradición y desarrollo de la Alemania de los años 60, lo cual, ya de por sí, es un documento histórico.
Mageterito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
20 de agosto de 2011
17 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de veinte años he tenido la fortuna de volver a ver recientemente este compendio de historia, fotografía, música y sarcasmo. Sí sarcasmo, porque la vida se ríe descaradamente del personaje principal, lo bambolea de un lado para otro sin opción de escapatoria. Como un paria de la tierra pasa de una vida sencilla a estar inmerso en la locura nazi, sin razón lógica aparente - bueno sí, la lógica hitleriana - que conduce a este individuo a una destrucción de su propia identidad personal. Lo curioso es que después de tanto ir y venir, pensando que quizá, al final se ha hecho justicia, la vida le condena a un recordatorio perenne de tanta sinrazón, riéndose otra vez, amargamente, de un hombre cuyo único delito fue estar casado con una bella mujer.
Este clásico desconocido y olvidado es un documento ágil y descriptivo a la vez, del punto de vista europeo de la Segunda Guerra Mundial, tan pocas veces tratado en el cine, que nos acerca a la realidad e injusticia que sufrieron los países del Este.
El intento de condensar en dos horas diez años de la vida de un hombre en semejante marco histórico, provoca que el guión se vea forzado en algunos momentos, pero, esto lo suplen una ambientación y fotografía notables, donde las escenas de los trabajos forzados son impresionantes, así como, las escenas en ciudades y caminos. La música es desgarradora, sobre todo, en la escena final donde se resumen la nostalgia y dolor por el tiempo perdido.
La interpretación de Quinn es magistral o quizá no tanto, porque le cuadra a la perfección, se diría que lo hace sin esfuerzo, no hay nada que desentone en este papel con su persona. Consigue caerte bien desde el principio, su inocencia y bonhomía, simpatiza contigo y te hace padecer lo mismo que él.
El papel de Virna Lisi, como bien refleja el cartel de la película, es el origen y final de la película, es el tapiz de fondo donde se escribe la historia del protagonista y es precisamente al final, donde la actriz demuestra mediante una interpretación crudamente real el dolor, la vergüenza y la esperanza de recuperar, en la medida de lo posible, la vida robada.
Los papeles secundarios redondean este viaje al pasado, destacando los papeles de Grégoire Aslan -como el infame Dobresco- y Serge Reggiani - como intelectual Sr. Trajan víctima de sus ideas -.
Inolvidable, sobre todo, por la escena final, que roza lo épico.
Mageterito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
10 de octubre de 2011
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es un documento histórico y muestra del ambiente y del caos reinante en los barrios periféricos de Nueva York de finales de los 70, exagerado en algunos aspectos para dotarlo de un sentido dramático y trascendental, consiguiendo un atractivo que va más allá de la simple contemplación de las distintas refriegas que tienen lugar en su desarrollo. Es fiel reflejo de la existencia de bandas en las grandes urbes de aquella época, en la que los individuos olvidados por la sociedad, se integraban en un grupo donde tenían una identidad definida.

Relatado como un viaje de vuelta desde un territorio hostil lleno de todo tipo de peligros, a semejanza de las historias de la mitología griega, envuelto por la oscuridad de la noche en las sucias calles de la gran metrópoli, una banda de Coney Island, los Warriors, han de hacer frente a todo tipo de dificultades para regresar a casa.

El mérito principal de Hill es mantener la tensión en todo momento mediante el manejo de las luces y sombras de la noche, sumiendo al espectador en la atmósfera inquietante que reinaba en las calles de entonces. El silencio en la oscuridad contrasta con la música en los momentos de acción, lo que convierte las peleas en coreografías de violencia. El guión, que visto superficialmente parece simple, encierra detalles de gran atractivo, sentenciado por frases inolvidables y con un mensaje de fondo que se capta sobre todo en la catarsis final, y que todo el que ha conocido la vida en las calles identifica claramente, el deseo de abandonar la mugre y conseguir un futuro mejor.

Repudiado y ninguneado por algunos, emocionante e inolvidable para otros, es un filme épico que se mantiene en la memoria, a pesar de sus defectos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mageterito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
19 de agosto de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque esta obra de arte ha de degustarse tranquilamente. Desde el primer momento no hay duda de dónde estamos, la acción, la música, la fotografía y todos los artificios técnicos no tienen otro fin que hipnotizarnos para que el ritmo de nuestro corazón se acompase con la narración. Como el buen vino, primero entra en contacto con nosotros a través de los sentidos y sin darnos cuenta, penetra en nuestro interior, de forma natural, sin prisas, transportándonos a otro plano de conciencia. Su duración es, por ello, la que tiene que tener, es decir, da igual que dure diez minutos o veinte horas, porque en el momento que la empiezas a ver forma parte de ti .
No nos equivoquemos, no es una mera demostración efectista y superficial de aplicación de conocimientos técnicos y de erudición, es puro sentimiento expresado a través de un compendio de bellas artes, realizado de forma valiente e innovadora y, sobre todo, con la sensibilidad de alguien que conoce la vida y la importancia del detalle en el devenir de los acontecimientos. Porque es una historia - y hablo de la historia - en la que se describe de forma magistral cómo puede cambiar la vida por un sólo gesto, una palabra, un acto o un pensamiento. La concatenación de momentos de quietud, evocación, sosiego, romanticismo y contemplación con instantes de furia, coraje, rebeldía y tragedia te mantienen pegado a la pantalla, noqueado por el manejo de una banda sonora acorde con el ritmo de la narración y una utilización de la luz que te transporta al lugar de la acción, no como un espectador sino, como un protagonista. Ahí radica la maestría de Kubrick.
La interpretación de Ryan O´Neal es fiel reflejo del estado del personaje en cada etapa de su vida. Mediante sutiles matices en su gesto podemos observar cómo evoluciona y refleja su estado interior. A veces se le tacha de inexpresivo, pero no hay que olvidar dónde y cuándo se desarrolla la acción y que, precisamente, exprimiendo el personaje, encontramos una tormenta interna manejada a veces con fina ironía y con la característica flema británica. Es ese juego contradictorio el que dota al personaje de un atractivo singular.
En el caso de Marisa Berenson sin apenas pronunciar palabra, no deja de mandar mensajes al espectador de forma subliminal, sumiéndonos en un estado de tensión contenida nos atrae de forma irremediable, ayudado además por una belleza onírica, casi de otro mundo, consigue que viajemos al pasado, un pasado condenado a desaparecer.
El resto del reparto no se queda atrás, es más, potencia el valor del conjunto con una caracterización cercana a un fotografía histórica.
La voz en off, independientemente de contarte lo que va a suceder, crea la expectativa de cómo va a suceder, mantiene alerta tus sentidos para captar lo que ha de venir, creando en ti un punto de vista auperior sobre el personaje principal que, aparentemente, parece un barco manejado por la marea de los acontecimientos.
Absolutamente maravillosa...
Mageterito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow